Apareció la oferta de exportadores, inversores y bancos; con la inflación en la mira, el BCRA volvió a subir levemente la tasa.
LA NACION

No fue el Banco Central (BCRA), sino la mano invisible de Adam Smith la que finalmente terminó por ponerle tope a la suba del dólar. Ayer apareció la oferta de exportadores, inversores internacionales y bancos, y el dólar, que durante el inicio de la rueda llegó a coquetear con los $ 17,60, terminó a $ 17,38 en las pizarras de los bancos y a $ 17,08, en el circuito mayorista. La divisa bajó así 0,11% en los bancos, después de acumular seis ruedas consecutivas de subas.

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