FUENTE: JORNADA
Hinojosa denunció, al mismo tiempo, que la actual marcha promovida por dirigentes del magisterio responde a intereses políticos de algunos de sus líderes, que disputan la conducción de la COB y sus demandan reales no son por la calidad de la educación.
El funcionario informó que ya comenzó el diálogo con cuatro mesas: una económica sobre demandas salariales, el tema productivo, asuntos sociales y normas y leyes laborales. El pleno de la Central Obrera Boliviana tiene una característica este año, y es que han presentado una visión de país y de otra parte pliegos de demandas sectoriales, y no han unificado todo, comentó Hinojosa. En cuanto a la visión de país, apuntó, hemos visto con cierta extrañeza que se haya abandonado la matriz ideológica y de clase que históricamente caracterizó a esta organización.
Históricamente, explicó, la COB ha tenido fuerza porque orgánicamente afilia no sólo al sector obrero sino también a los campesinos, trabajadores indígenas originarios y sectores populares que no tienen relación obrero-patronal. Sus pliegos de demandas al gobierno siempre reflejaron ese conjunto nacional, pero cuando asumen ahora una visión economicista, corporativa, pierden esa representatividad y su proyección histórica, señaló. Este proceso de cambio es resultado de dos vertientes, precisó: la lucha de los campesinos e indígenas originarios, que comenzó en 1532 frente a los colonizadores españoles; y la otra es la lucha de clases contra el capitalismo, la dependencia y el imperialismo. Las actuales propuestas abandonan esa matriz, afirmó, adoptan un lenguaje que no es propio de la clase obrera, sus propuestas se aproximan más al sector empresarial en temas como el salario y no hacia una Bolivia transformadora del aparato productivo.
El gobierno desde el 2006, señaló, ha generado una transformación productiva del país, y en el tema salarial siempre se toma como referencia la inflación, y el aumento salarial estará siempre por encima de la inflación para mejorar el poder adquisitivo del trabajador. Efectivamente, Hinojosa subrayó, ha habido aumentos salariales reales en la política aplicada por el gobierno desde el 2006, y la obligación del Ministerio de Trabajo es defender la estabilidad de los trabajadores y seguir generando empleo junto al crecimiento económico del país.
Hinojosa denunció, al mismo tiempo, que la actual marcha promovida por dirigentes del magisterio responde a intereses políticos de algunos de sus líderes, que disputan la conducción de la COB y sus demandan reales no son por la calidad de la educación.
El funcionario informó que ya comenzó el diálogo con cuatro mesas: una económica sobre demandas salariales, el tema productivo, asuntos sociales y normas y leyes laborales. El pleno de la Central Obrera Boliviana tiene una característica este año, y es que han presentado una visión de país y de otra parte pliegos de demandas sectoriales, y no han unificado todo, comentó Hinojosa. En cuanto a la visión de país, apuntó, hemos visto con cierta extrañeza que se haya abandonado la matriz ideológica y de clase que históricamente caracterizó a esta organización.
Históricamente, explicó, la COB ha tenido fuerza porque orgánicamente afilia no sólo al sector obrero sino también a los campesinos, trabajadores indígenas originarios y sectores populares que no tienen relación obrero-patronal. Sus pliegos de demandas al gobierno siempre reflejaron ese conjunto nacional, pero cuando asumen ahora una visión economicista, corporativa, pierden esa representatividad y su proyección histórica, señaló. Este proceso de cambio es resultado de dos vertientes, precisó: la lucha de los campesinos e indígenas originarios, que comenzó en 1532 frente a los colonizadores españoles; y la otra es la lucha de clases contra el capitalismo, la dependencia y el imperialismo. Las actuales propuestas abandonan esa matriz, afirmó, adoptan un lenguaje que no es propio de la clase obrera, sus propuestas se aproximan más al sector empresarial en temas como el salario y no hacia una Bolivia transformadora del aparato productivo.
El gobierno desde el 2006, señaló, ha generado una transformación productiva del país, y en el tema salarial siempre se toma como referencia la inflación, y el aumento salarial estará siempre por encima de la inflación para mejorar el poder adquisitivo del trabajador. Efectivamente, Hinojosa subrayó, ha habido aumentos salariales reales en la política aplicada por el gobierno desde el 2006, y la obligación del Ministerio de Trabajo es defender la estabilidad de los trabajadores y seguir generando empleo junto al crecimiento económico del país.