Fuente: ABC
“Se trata de una importante distorsión del mercado que no descarta que pueda avanzar hacia un monopolio total como el que funcionó durante la dictadura de Stroessner (1954-1989)”, aseveró. Desde el 2015, el Gobierno concedió vía decretos la exclusividad de importación y comercialización del 50% del gasoil común y de la nafta “económica” a favor de la petrolera estatal Petropar, y todo apunta a que haría exactamente lo mismo con relación al gas licuado de petróleo (GLP), en su alianza con Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que había sido sellada a principios de este mes por los mandatarios de Bolivia y Paraguay.
Parra añadió que estos decretos perjudican al sector y atentan contra el artículo de la Constitución que garantiza la libre competencia en igualdad de oportunidades.
“A través de esos decretos Petropar tiene el monopolio parcial de estos dos combustibles, en detrimento de la libertad de mercado consagrada en el Art. 107. Entonces, las empresas privadas están siendo obligadas, a través de contratos e impuestos, a comprar estos combustibles de Petropar y ven restringidas sus libertades para importarlos de mejores oferentes y con mejores precios”, acotó.