Fuente: El Cronista
En Chile, Petrobras opera una red de 279 estaciones de servicio Mientras Marcelo Mindlin intenta resolver la oferta pública de acciones para recomprar los títulos de la filial local de Petrobras que flotan en la bolsa, la petrolera estatal brasileña cerró la venta de sus activos chilenos también a un empresario argentino. Se trata de Norberto Morita, dueño del fondo Southern Cross, que pagó u$s 470 millones por Petrobras Chile Distribución Ltda (PCD). La cifra es casi la mitad de lo que pagó Mindlin por Petrobras Argentina (PESA).
Morita no es un recién llegado al mundo petrolero. En Argentina es propietario de Compañía General de Combustibles (CGC), que adquirió en 2003 y que también tiene operaciones en Venezuela y Ecuador. En el mercado local también es accionista de otras empresas como Juncadella-Prosegur; Química Estrella; Ultrapetrol; hoteldo.com; The Value Brand Company y Laboratorios Northia. Y hasta 1997 fue director ejecutivo del Grupo Bemberg y de su principal filial, Quilmes Industrial S.A. (Quinsa), fabricante de la cerveza Quilmes.
Ese mismo año fundó Southern Cross, un fondo de inversiones directas en Latinoamérica. En el caso de PDC, se hace cargo de 279 estaciones de servicio, una planta productora de lubricantes, ocho terminales de distribución y operaciones en 11 aeropuertos, además de participación en dos empresas de logística. La transacción también incluye la licencia de las marcas Petrobras y Lubrax, por un período de ocho años. En cuanto al pago de la operación, u$s 90 millones fueron girados a través de la distribución de dividendos de PDC, lo que ocurrió en diciembre del año pasado, mientras que los u$s 380 millones restantes fueron abonados ayer jueves. La venta de los activos de Petrobras en Chile formaba parte del programa de desinversiones de la petrolera brasileña para el período 2014-2016, tras el escándalo de corrupción conocido como Lava Jato y que terminó con la presidencia de Dilma Rousseff.
Este proceso también involucró su salida del mercado argentino a través del acuerdo con Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, una operación superior a los u$s 892 millones que incluyó una refinería en Bahía Blanca; 269 estaciones de servicio; acciones en Transportadora Gas del Sur (TGS); la central térmica Genelba y la hidroeléctrica Pichi Picún Leufú, además de un par de plantas petroquímicas en Bahía Blanca y Santa Fe. En el caso de Southern Cross Group, se trata de un Private Equity que actualmente gestiona activos en la región por u$s 2900 millones. Posee acciones en empresas que participan de sectores industriales; de servicio; logística y de productos de consumo.
En la compra de Petrobras Chile, el fondo le ganó la carrera a la firma de capitales holandeses Puma Energy International y Primax, propiedad del grupo Romero de Perú. En Chile, Southern Cross ingresará a competir en este mercado con las principales empresas del rubro, como Copec -controlada por el grupo Angelini- y Enex, ligada a la familia Luksic. Además de vender sus activos en Argentina y Chile, la firma estatal brasileña está negociando desprenderse de sus activos en Colombia; Paraguay y Uruguay. Según fuentes del negocio petrolero, por los establecimientos en el país cafetero está interesada la chilena Copec, del Grupo Angelini, que opera allí la red de estaciones de servicio Terpel.
En Chile, Petrobras opera una red de 279 estaciones de servicio Mientras Marcelo Mindlin intenta resolver la oferta pública de acciones para recomprar los títulos de la filial local de Petrobras que flotan en la bolsa, la petrolera estatal brasileña cerró la venta de sus activos chilenos también a un empresario argentino. Se trata de Norberto Morita, dueño del fondo Southern Cross, que pagó u$s 470 millones por Petrobras Chile Distribución Ltda (PCD). La cifra es casi la mitad de lo que pagó Mindlin por Petrobras Argentina (PESA).
Morita no es un recién llegado al mundo petrolero. En Argentina es propietario de Compañía General de Combustibles (CGC), que adquirió en 2003 y que también tiene operaciones en Venezuela y Ecuador. En el mercado local también es accionista de otras empresas como Juncadella-Prosegur; Química Estrella; Ultrapetrol; hoteldo.com; The Value Brand Company y Laboratorios Northia. Y hasta 1997 fue director ejecutivo del Grupo Bemberg y de su principal filial, Quilmes Industrial S.A. (Quinsa), fabricante de la cerveza Quilmes.
Ese mismo año fundó Southern Cross, un fondo de inversiones directas en Latinoamérica. En el caso de PDC, se hace cargo de 279 estaciones de servicio, una planta productora de lubricantes, ocho terminales de distribución y operaciones en 11 aeropuertos, además de participación en dos empresas de logística. La transacción también incluye la licencia de las marcas Petrobras y Lubrax, por un período de ocho años. En cuanto al pago de la operación, u$s 90 millones fueron girados a través de la distribución de dividendos de PDC, lo que ocurrió en diciembre del año pasado, mientras que los u$s 380 millones restantes fueron abonados ayer jueves. La venta de los activos de Petrobras en Chile formaba parte del programa de desinversiones de la petrolera brasileña para el período 2014-2016, tras el escándalo de corrupción conocido como Lava Jato y que terminó con la presidencia de Dilma Rousseff.
Este proceso también involucró su salida del mercado argentino a través del acuerdo con Pampa Energía, de Marcelo Mindlin, una operación superior a los u$s 892 millones que incluyó una refinería en Bahía Blanca; 269 estaciones de servicio; acciones en Transportadora Gas del Sur (TGS); la central térmica Genelba y la hidroeléctrica Pichi Picún Leufú, además de un par de plantas petroquímicas en Bahía Blanca y Santa Fe. En el caso de Southern Cross Group, se trata de un Private Equity que actualmente gestiona activos en la región por u$s 2900 millones. Posee acciones en empresas que participan de sectores industriales; de servicio; logística y de productos de consumo.
En la compra de Petrobras Chile, el fondo le ganó la carrera a la firma de capitales holandeses Puma Energy International y Primax, propiedad del grupo Romero de Perú. En Chile, Southern Cross ingresará a competir en este mercado con las principales empresas del rubro, como Copec -controlada por el grupo Angelini- y Enex, ligada a la familia Luksic. Además de vender sus activos en Argentina y Chile, la firma estatal brasileña está negociando desprenderse de sus activos en Colombia; Paraguay y Uruguay. Según fuentes del negocio petrolero, por los establecimientos en el país cafetero está interesada la chilena Copec, del Grupo Angelini, que opera allí la red de estaciones de servicio Terpel.