FUENTE: EL MUNDO
Una desaceleración notable ha tenido el ritmo de crecimiento de la banca hasta octubre, prueba de ello es que en cuanto a depósitos el bajón ha sido de 20% a 1,2%, si se compara los 10 primeros meses del 2015 y 2016. Según datos de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), la cartera en 2015 creció 19%, mientras que este año hasta octubre fue 13%.
En cuanto a la mora bancaria, este año aumentó $us 70 millones, con lo que ahora el monto global asciende a $us 300 millones. Con relación a las utilidades de la banca, estas alcanzaron los $us 214 millones durante este año, significando un crecimiento menor. Con esto el patrimonio de la banca bordea los $us 2.000 millones.
Según Nelson Villalobos, secretario ejecutivo de Asoban, este escenario distinto de la banca, con tendencia al decrecimiento, se debe al fuerte vínculo del sistema financiero con el desempeño de las distintas actividades económicas y las expectativas de la población. Cabe recordar que durante el 2016 sectores como el agricultor, forestal y textil han tenido un mal año debido a diversos factores, incluso un sector fuerte como el de la construcción ha tenido una ralentización en su crecimiento. Asoban indentificó otro factor negativo para el sector: la fuerte carga impositiva.
Bajo el nuevo marco regulatorio impositivo, el impuesto a las utilidades de los bancos alcanza a una tasa impositiva del 47%. Por lo tanto, por cada Bs 100 de utilidad neta imponible, Bs 47 se destinan al fisco. Adicionalmente, la banca debe aportar, como parte de la función social, un 6% de las utilidades netas generadas a los Fondos de Garantía. Con esta tasa adicional, la carga de los bancos con efecto en las utilidades se eleva al 53%.
“Sin duda esta carga tiene un impacto sobre la oportunidad de reinversión de utilidades los bancos, quienes han venido capitalizando sistemáticamente al menos el 50% de las utilidades generadas con el objeto de apuntalar el crecimiento del crédito.
Además, la elevada carga impositiva también impacta en la capacidad de atraer nuevas inversiones al sector y en la generación del capital interno necesario para apalancar el crecimiento y la expansión del crédito”, expresó Nelson Villalobos. El ejecutivo subrayó que si la banca no genera utilidades suficientes y, más aún, éstas se ven mermadas con una significativa carga, en el mediano plazo la expansión del crédito podría verse afectada.
Villalobos agregó que será importante entablar un diálogo entre las autoridades de Gobierno y los bancos, y analizar a profundidad los efectos que la actual normativa podría estar generando sobre el desempeño del sector. Se requiere medidas que permitan sostener el crecimiento de la banca.
Una desaceleración notable ha tenido el ritmo de crecimiento de la banca hasta octubre, prueba de ello es que en cuanto a depósitos el bajón ha sido de 20% a 1,2%, si se compara los 10 primeros meses del 2015 y 2016. Según datos de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), la cartera en 2015 creció 19%, mientras que este año hasta octubre fue 13%.
En cuanto a la mora bancaria, este año aumentó $us 70 millones, con lo que ahora el monto global asciende a $us 300 millones. Con relación a las utilidades de la banca, estas alcanzaron los $us 214 millones durante este año, significando un crecimiento menor. Con esto el patrimonio de la banca bordea los $us 2.000 millones.
Según Nelson Villalobos, secretario ejecutivo de Asoban, este escenario distinto de la banca, con tendencia al decrecimiento, se debe al fuerte vínculo del sistema financiero con el desempeño de las distintas actividades económicas y las expectativas de la población. Cabe recordar que durante el 2016 sectores como el agricultor, forestal y textil han tenido un mal año debido a diversos factores, incluso un sector fuerte como el de la construcción ha tenido una ralentización en su crecimiento. Asoban indentificó otro factor negativo para el sector: la fuerte carga impositiva.
Bajo el nuevo marco regulatorio impositivo, el impuesto a las utilidades de los bancos alcanza a una tasa impositiva del 47%. Por lo tanto, por cada Bs 100 de utilidad neta imponible, Bs 47 se destinan al fisco. Adicionalmente, la banca debe aportar, como parte de la función social, un 6% de las utilidades netas generadas a los Fondos de Garantía. Con esta tasa adicional, la carga de los bancos con efecto en las utilidades se eleva al 53%.
“Sin duda esta carga tiene un impacto sobre la oportunidad de reinversión de utilidades los bancos, quienes han venido capitalizando sistemáticamente al menos el 50% de las utilidades generadas con el objeto de apuntalar el crecimiento del crédito.
Además, la elevada carga impositiva también impacta en la capacidad de atraer nuevas inversiones al sector y en la generación del capital interno necesario para apalancar el crecimiento y la expansión del crédito”, expresó Nelson Villalobos. El ejecutivo subrayó que si la banca no genera utilidades suficientes y, más aún, éstas se ven mermadas con una significativa carga, en el mediano plazo la expansión del crédito podría verse afectada.
Villalobos agregó que será importante entablar un diálogo entre las autoridades de Gobierno y los bancos, y analizar a profundidad los efectos que la actual normativa podría estar generando sobre el desempeño del sector. Se requiere medidas que permitan sostener el crecimiento de la banca.