Viernes, 09 Diciembre 2016

Zanjan discrepancia; TAM dejará de volar

El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, aseguró ayer a El Deber que las operaciones de TAM seguirán con total normalidad, porque los procedimientos militares de seguridad son más estrictos que los civiles. Afirmó que “el TAM no es LaMia.
FUENTE: LA PRENSA

Después de varias horas de incertidumbre, órdenes y contraórdenes, los ministros de Obras Públicas, Milton Claros, y de Defensa, Reymi Ferreira, anunciaron anoche que la aerolínea Transporte Aéreo Militar (TAM) dejará de operar el viernes 16 de diciembre para adecuarse a las normas internacionales de aeronáutica. Claros, en una carta, había instruido a Aasana suspender las autorizaciones de vuelos comerciales del TAM desde ayer, debido a que incumple “los procedimientos para la vigilancia de la seguridad operacional” internacionales. La orden fue desautorizada por Ferreira.

“El TAM no es LaMia”, aseveró. Después, junto con Claros, el Ministro de Defensa dijo que las razones son “administrativas” y no de seguridad como había apuntado su colega de Obras Públicas. Después de órdenes y contraórdenes, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, informó anoche que se decidió para operaciones de Transporte Aéreo Militar (TAM), pero insistió en que es por razones administrativas y no de seguridad, como señalaba la orden del Ministerio de Obras Públicas. La carta Mopsv/Desp Nº 1842/2016, fechada ayer, surgió en medio del escándalo desatado por el accidente aéreo protagonizado el pasado 28 de diciembre por la empresa LaMia, con matrícula boliviana, en el que murieron 71 personas, en Medellín. La orden instruye a la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares de la Navegación Aérea (Aasana) suspender actividades comerciales de TAM, considerando que sus operaciones civiles se realizan “sin cumplir procedimientos para la vigilancia de la seguridad operacional establecidas por la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional)”. Por tanto, Claros ordena a Aasana “suspender cualquier autorización de plan de vuelo a TAM para vuelos comerciales, restringir el parqueo de sus aeronaves en las plataformas de estacionamiento en terminales de pasajeros y suspender el uso de mostradores comerciales de TAM.

La suspensión rige hasta que se concluya con el proceso de certificación ante la DGAC y otros requisitos legales correspondientes. Inicialmente, Ferreira declaró a El Deber que la decisión de Claros “no tiene un sustento técnico” y recordó que TAM tiene hasta el 31 de diciembre para readecuar sus servicios. Garantizó las operaciones mientras no haya una decisión suya o del presidente Evo Morales. Sin embargo, por la noche informó a través de “No Mentirás” sobre la pausa hasta lograr la adecuación de TAM. “Lo que no aceptábamos es que sea por razones de seguridad porque TAM tiene 75 años de trayectoria, tenemos técnicos y pilotos experimentados… Como (el ministro de Obras Públicas, Milton) Claros aclaró que es por razones administrativas por la adecuación y no de seguridad (se acepta la suspensión de vuelos)”, señaló Ferreira.

El Ministro dijo que cuando vuelva a operar será dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), aunque administrativamente seguirá siendo administrada por la Fuerza Aérea de Bolivia (FAB). Añadió que la adecuación permitirá a TAM tener devolución de crédito fiscal y operar para clientes internacionales. En Cochabamba, la noticia de la suspensión de vuelos, conocida la tarde de ayer, generó inquietud entre los usuarios de TAM, varios se acercaron a mostradores a pedir la devolución de pasajes, pero recibían como respuesta que no era algo oficial y que la aerolínea seguiría operando.

FERREIRA: “EL TAM NO ES LAMIA” El TAM no piensa en lucrar. Primero está la seguridad de los pasajeros”. Los aviones del TAM se vieron envueltos en incidentes de origen mecánico. Entre ellos, el de octubre de 2015, cuando se incendió la turbina número dos del avión FAB 118 que se aprestaba a despegar de Tarija. Para completar ese vuelo, TAM dispuso la aeronave FAB 117 que cumplió el itinerario hasta El Trompillo (Santa Cruz) y retornó a Cochabamba, tramo en el que sufrió una despresurización.

En abril de 2014, un avión de TAM, que traía a la delegación de The Strongest a su retorno de Montevideo, sufrió una despresurización debido a la falla en el motor izquierdo de la nave. La compra de aviones y repuestos para TAM está en investigación. SEIS PLAZOS INCUMPLIDOS POR TAM Hasta marzo pasado, TAM había incumplido el sexto plazo otorgado por el Gobierno para regularizar su situación ante la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

El pasado 27 de marzo venció el plazo fijado por el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, para definir si TAM continúa o concluye sus operaciones comerciales, ya que hasta esa fecha se debía definir si pasa o no a ser una empresa pública. Hace tres años, el entonces director de la Autoridad de Transportes y Comunicaciones (ATT), Clifford Paravicini, le dio un año a la empresa para regularizar su situación ante la DGAC, de lo contrario debería limitarse a ser transporte militar.

En ese entonces, Paravicini señaló que debía seguir dos pasos para obtener la certificación, primero acudir a la DGAC para la revisión técnica de los aviones, pilotos y otros aspectos técnicos y luego obtener de la ATT los certificados de rutas y de explotación de mercados comerciales en Bolivia. Posteriormente, en 2014, el exministro de Obras Públicas, Vladimir Sánchez, instó a TAM a regularizar su situación una vez aprobada la Ley de Empresas Públicas 466. Indicó que desde entonces corrían los plazos para la migración a empresa pública. En octubre de 2015, el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, amenazó con suspender los vuelos regulares del TAM si no regularizaba su situación ante la DGAC.

De no hacerlo —dijo Claros— eso representaba un riesgo ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). “Nosotros, a través de la DGAC, que regula la aviación civil, hemos presentado las notas a la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) para que el TAM de una vez pueda regularizar su situación”, señaló entonces.