FUENTE: LOS TIEMPOS
Sin embargo, para enfrentar cualquier contingencia, dijo que se prevé alimentar el lago con agua de los afluentes del Huayllajara o del Silala.
“Tenemos otras fuentes para poder llevar agua. Tenemos el Silala, el Huyallajara y otros aportantes más”, aseguró en conferencia de prensa al indicar que se concluyen estudios para actuar de manera conjunta con ministerios del ramo y la Gobernación de Potosí. Según el Sernap, en 2011 fue el periodo más crítico de la laguna Colorada, cuando el espejo de agua alcanzó a 1.346 hectáreas, inferior en 54 por ciento con relación a 2009, cuando representaba 2.948 hectáreas. En 2016, su superficie alcanzó a 2.413 hectáreas, lo que significa una recuperación de un 79 por ciento.
“Si vemos qué ha pasado este 54 por ciento que fue el año 2011, entonces ahí inmediatamente vamos a proceder con estos proyectos”, manifestó Gonzales. Sin embargo, dejó en claro que 26 vertientes proveen de agua a la laguna Colorada, además de lluvias esporádicas y aseguró que, por el momento, su estabilidad está garantizada. Los estudios señalan que la recarga de las vertientes llega a 32 millones de metros cúbicos (m3) de agua por año y la evaporación representa 31,2 millones de m3, dando un balance hídrico positivo de 0,8 millones de m3 de agua. Según Gonzales, desde Huayllajara se tendría que realizar un trasvase de agua por 7 kilómetros que tendría un costo aproximado de 250 mil bolivianos. En el caso de Silala son más de 25 kilómetros de distancia. Gonzales aclaró que hay recursos para el trasvase desde Huayllajara, pero para hacerlo desde el Silala se realiza un estudio. Consultado sobre el proyecto más factible, manifestó que por la cantidad necesaria para recargar la laguna lo ideal sería el Silala.
Por otra parte, Héctor Ríos, director de la Reserva Eduardo Abaroa donde se encuentra la laguna, señaló que la población de flamencos en la zona tiene un comportamiento dinámico y la cantidad varía según las condiciones climáticas por lo que migran de forma natural. En agosto pasado se tiene un reporte de 10.899 flamencos, cantidad que se incrementará en los próximos meses por la reproducción o nidificación, añadió.
Sin embargo, para enfrentar cualquier contingencia, dijo que se prevé alimentar el lago con agua de los afluentes del Huayllajara o del Silala.
“Tenemos otras fuentes para poder llevar agua. Tenemos el Silala, el Huyallajara y otros aportantes más”, aseguró en conferencia de prensa al indicar que se concluyen estudios para actuar de manera conjunta con ministerios del ramo y la Gobernación de Potosí. Según el Sernap, en 2011 fue el periodo más crítico de la laguna Colorada, cuando el espejo de agua alcanzó a 1.346 hectáreas, inferior en 54 por ciento con relación a 2009, cuando representaba 2.948 hectáreas. En 2016, su superficie alcanzó a 2.413 hectáreas, lo que significa una recuperación de un 79 por ciento.
“Si vemos qué ha pasado este 54 por ciento que fue el año 2011, entonces ahí inmediatamente vamos a proceder con estos proyectos”, manifestó Gonzales. Sin embargo, dejó en claro que 26 vertientes proveen de agua a la laguna Colorada, además de lluvias esporádicas y aseguró que, por el momento, su estabilidad está garantizada. Los estudios señalan que la recarga de las vertientes llega a 32 millones de metros cúbicos (m3) de agua por año y la evaporación representa 31,2 millones de m3, dando un balance hídrico positivo de 0,8 millones de m3 de agua. Según Gonzales, desde Huayllajara se tendría que realizar un trasvase de agua por 7 kilómetros que tendría un costo aproximado de 250 mil bolivianos. En el caso de Silala son más de 25 kilómetros de distancia. Gonzales aclaró que hay recursos para el trasvase desde Huayllajara, pero para hacerlo desde el Silala se realiza un estudio. Consultado sobre el proyecto más factible, manifestó que por la cantidad necesaria para recargar la laguna lo ideal sería el Silala.
Por otra parte, Héctor Ríos, director de la Reserva Eduardo Abaroa donde se encuentra la laguna, señaló que la población de flamencos en la zona tiene un comportamiento dinámico y la cantidad varía según las condiciones climáticas por lo que migran de forma natural. En agosto pasado se tiene un reporte de 10.899 flamencos, cantidad que se incrementará en los próximos meses por la reproducción o nidificación, añadió.