La cúpula de la firma anticipó más bajas de equipos a sindicalistas y éstos pidieron reunión de las dos partes con Macri.
Fuente: Ámbito Financiero 
   
Renunció ayer el vicepresidente ejecutivo del upstream de YPF, Jesús Grande, y hasta anoche no estaba designado el reemplazante. El desplazamiento del directivo se venía anticipando desde hace varias semanas, suponiéndose que el CEO, Ricardo Darré, buscaría instalar en ese cargo clave a alguien de su entorno más cercano. Grande llegó a la petrolera en 2012 de la mano de Miguel Galuccio, provenientes ambos de Schlumberger. Pero su salida se concretó en la misma semana en que la conducción de YPF comunicó a los sindicatos de Neuquén que habrá una nueva baja de equipos por lo que se sospecha que hay una mini crisis en la petrolera relacionada con el nivel de actividad en el sector de exploración y producción. El miércoles hubo un encuentro en Buenos Aires entre miembros de la cúpula de YPF y los sindicatos.

Estuvieron en la reunión el presidente de la empresa, Miguel Gutiérrez; el director de Relaciones Laborales, Domingo Rocchio y Darré; el titular del sindicatos de petroleros, Guillermo Pereyra, y el de jerárquicos, Manuel Arévalo. Según los diarios neuquinos, los directivos de YPF anticiparon la baja de 14 equipos de perforación, lo que pondría en riesgo unos 1600 puestos de trabajo y no está claro si habrá nuevas suspensiones o se producirán despidos. Ante la noticia, los sindicalistas pidieron una nueva reunión con la presencia de Mauricio Macri, en apariencia porque Pereyra estuvo con el Presidente la semana pasada y éste le habría prometido estabilidad laboral. “Queremos que nos expliquen de qué manera vamos a llegar a fin de año y que exista un compromiso de parar con los despidos”, dijo Arévalo a un diario de Neuquén. También planteó que las empresas “están empeñadas en bajar costos” pero que los trabajadores ya no aceptan el argumento de la caída en el precio internacional del petróleo. La reducción de la actividad y la baja de equipos se vienen acentuando en YPF a partir del segundo semestre en todas las cuencas pero se advierte más en las provincias con mayor producción: Neuquén y Chubut.

La compañía está planteando ahora entre otras cosas que el compromiso de no subir hasta noviembre el precio de los combustibles, y los interrogantes sobre el valor del gas, después del fallo adverso de la Corte Suprema, le resta ingresos mientras debe hacer frente a la deuda financiera contraida en años anteriores. Por esa razón los sindicalistas, entre ellos Jorge Avila, de Chubut, piden que se mantenga el alza del precio del gas en boca de pozo que fue anulado por la Corte para los usuarios residenciales de todo el país. Pero debido a la imposibilidad de aplicar ese valor, sobre todo en la Patagonia, están reclamando en realidad que el Estado subsidie a YPF y a otras petroleras, precios más altos que los internacionales si no pueden trasladarse al público. Pero tanto para el subsidio directo como para el traslado a tarifas, el problema es que se trata de una actividad desregulada, de modo que no se pueden atar esos recursos a compromisos concretos de inversión. De hecho, la merma en la perforación se viene dando en forma sistemática desde que empezó el derrumbe de las cotizaciones en el mercado internacional, contando 2015 con precio subsidiado para el gas nuevo y por lo menos de abril a junio de 2016 con el doble del precio internacional en tarifas de hogares, además del aumento de más del 30% en el precio de los combustibles durante este año.