Tras una reunión en la Casa de Nariño, los partidos que respaldan el proceso de paz con las Farc ratificaron su apoyo al presidente Santos. El uribismo, que no acudió al encuentro, nombró tres compromisarios para dialogar.
EL ESPECTADOR

Quizás el camino más importante que se abrió con el triunfo del No en el plebiscito por la paz fue el de la posibilidad de entablar un diálogo que, según muchos, urgía desde hace tiempo con un sector sin cuyo apoyo habría sido muy difícil la implementación de todo lo pactado en el Acuerdo Final de La Habana. La polarización como consecuencia de las campañas por el Sí y el No había demostrado que, en buena medida, la construcción de una paz estable y duradera sería una labor casi titánica en un país dividido y con un sector nada despreciable de la población haciendo notar su insatisfacción. (Vea el especial 'A construir la paz')

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