Fuente: Expreso‎

   

El Banco Central fue el primero en dar luces de la esperanza en los sectores estratégicos. Según las previsiones para este año, el PIB petrolero tendrá una variación positiva de 0,79 %. Un monto bajo, reconocen las autoridades, pero positivo. En dólares, el aporte del crudo a la economía sería de unos 4.395,7 millones de dólares.

 

En comparación, el PIB no petrolero tendrá una variación de -2,57 %. En total, dijo el gerente general del Central, Diego Martínez, la economía decrecerá 1,7 %, en 2016.

 

¿A qué responde el optimismo petrolero? Al aumento de la producción. Aunque los precios no alcanzan las cifras de 2014, y a decir del exministro de Energía Fernando Santos Alvite eso no pasará en el mediano plazo, la estatal Petroamazonas produce más. En el primer semestre del año explotó 358.000 barriles por día. Su meta inicial era 348.000.

 

En total, muestran datos del Ministerio de Hidrocarburos, hay un alza del 4 % en la extracción nacional. De enero a junio, el país –entre Petroamazonas, la extinta Río Napo y las empresas privadas– produjo 551.000 barriles por día, en promedio. La meta fijada era de 532.000 barriles diarios.

 

Se suma el inicio de la extracción en el Bloque 43 en el Yasuní. Desde este mes, el campo produce 20.000 barriles diarios. Unos 100 millones de dólares hasta terminar el año. Según el titular de Hidrocarburos, José Icaza, en 2017 la producción del bloque generará entre 750 millones y 800 millones de dólares.

 

El otro pilar para apostar por el petróleo es la explotación de campos maduros. Ecuador está negociando contratos de prestación de servicios específicos con empresas privadas para optimizar su producción.

 

Rafael Poveda, ministro coordinador de Sectores Estratégicos, adelantó, a inicios de año, que el Gobierno trabaja en una nueva ronda petrolera para ofertar campos del suroriente. Eso incrementaría la generación de recursos, destacó. Claro que esos resultados no se verían en el corto plazo.