El país se organizó en medio de grandes dificultades económicas para más tarde convertirse en el "granero del mundo"; en el siglo XX empezaron los períodos de apogeo y caída que llegan hasta hoy.
LA NACIÓN 

La independencia se declaró en 1816 en medio de una severa crisis económica, y 200 años después se conmemora aquella gesta mientras se intenta salir de otra crisis, con dilemas todavía no resueltos, como la falta de un modelo de desarrollo nítido. El historiador Roberto Cortés Conde recordó: "La revolución de 1810 comenzó con una fuerte crisis fiscal: el gobierno porteño estaba subsidiado por las minas de plata en el Potosí, pero con la independencia se perdió ese ingreso; le ganamos la guerra a España, pero desapareció ese recurso".

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