FUENTE: LOS TIEMPOS
El pico más alto de entrada de IED fue en 2013 con 1.750 millones de dólares y a partir de ese año hubo un desplome. El analista económico Alberto Bonadona señaló que el descenso se debe al shock externo por la caída de precios de las materias primas; sin embargo, hizo notar que la actual IED no es capital fresco, sino que la conforman las utilidades obtenidas por las empresas que llegaron con la capitalización.
A nivel regional, la caída fue de 9,1 por ciento. Sobre las tendencias, disminuye la relevancia del sector extractivo y aumenta de telecomunicaciones, energías renovables y comercio. Bonadona hizo notar que el monto de la IED en 2013 fue mayor incluso que el de la época de la capitalización, cuando en 1998 llegó a los 1.000 millones de dólares. Sobre la caída de la IED dijo que responde a las ganancias obtenidas al interior de la economía nacional, donde hubo caída de ventas en el sector hidrocarburos.
El único capital fresco provendría de una reciente transacción en el mercado financiero. La inversión extranjera directa (IED) en América del Sur cayó en 14 por ciento en 2015 con relación a 2014, que también representa la mayor caída desde 2010, según el informe difundido ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Santiago, Chile. Señala que estas cifras se explican por la caída de la inversión en sectores vinculados a los recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, y la desaceleración del crecimiento económico, sobre todo en Brasil, señala el organismo de las Naciones Unidas en su informe anual “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2016”.
Para 2016, la Cepal proyecta que la IED se mantendrá en niveles inferiores a los alcanzados en los últimos años, en línea con las perspectivas económicas. “Podría disminuir hasta un 8 por ciento, aunque seguirá siendo un factor importante en las economías de la región, por lo que urge atraer flujos de calidad”, dice la Comisión. “Con políticas activas e integradas, los países pueden aprovechar estos flujos para diversificar sus economías, potenciar la innovación y la incorporación de tecnología y responder a los desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, dijo su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, citada en un comunicado.
El descenso registrado en 2015 en América Latina y el Caribe contrasta con el dinamismo observado a nivel global, apunta el documento. El año pasado, los flujos mundiales de IED aumentaron 36 por ciento, llegando a un monto estimado de 1,7 billones de dólares, empujados por una intensa ola de fusiones y adquisiciones, sobre todo transfronterizas, focalizada en los países desarrollados, en particular Estados Unidos. En cuanto a las tendencias de mediano y largo plazo, el estudio destaca importantes cambios en los proyectos anunciados entre 2005 y 2015 pues disminuye la relevancia de los sectores extractivos, se observa un particular dinamismo del sector automotriz y aumenta la importancia de las telecomunicaciones, las energías renovables y el comercio minorista.
“Las inversiones en energías renovables y en otros proyectos medioambientales están en la base de la propuesta de la Cepal de potenciar el desarrollo de la región con un gran impulso ambiental para avanzar hacia un patrón de producción, energía y consumo bajos en carbono”, enfatizó Bárcena, en referencia al último documento institucional Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible, presentado recientemente en México, donde se detalla dicha propuesta. En 2015, Estados Unidos se posicionó nuevamente como el principal inversor en la región con 25,9 por ciento de la IE), seguido de los Países Bajos con 15,9 por ciento y España con 11,8 por ciento.
SALIDAS DE IED BAJAN 15%
EN 2015 Las salidas de IED desde la región disminuyeron sustancialmente a 47.362 millones de dólares en 2015, un 15 por ciento menos que en 2014, lo que refleja la moderación de la expansión que habían iniciado las llamadas empresas translatinas entre 2007 y 2012, señala el informe de la Cepal. Considerando el stock de inversión de estas compañías, Brasil y México son los países con más capital invertido fuera de sus fronteras. Sin embargo, en 2015 Chile fue el principal inversionista en el exterior.
El pico más alto de entrada de IED fue en 2013 con 1.750 millones de dólares y a partir de ese año hubo un desplome. El analista económico Alberto Bonadona señaló que el descenso se debe al shock externo por la caída de precios de las materias primas; sin embargo, hizo notar que la actual IED no es capital fresco, sino que la conforman las utilidades obtenidas por las empresas que llegaron con la capitalización.
A nivel regional, la caída fue de 9,1 por ciento. Sobre las tendencias, disminuye la relevancia del sector extractivo y aumenta de telecomunicaciones, energías renovables y comercio. Bonadona hizo notar que el monto de la IED en 2013 fue mayor incluso que el de la época de la capitalización, cuando en 1998 llegó a los 1.000 millones de dólares. Sobre la caída de la IED dijo que responde a las ganancias obtenidas al interior de la economía nacional, donde hubo caída de ventas en el sector hidrocarburos.
El único capital fresco provendría de una reciente transacción en el mercado financiero. La inversión extranjera directa (IED) en América del Sur cayó en 14 por ciento en 2015 con relación a 2014, que también representa la mayor caída desde 2010, según el informe difundido ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en Santiago, Chile. Señala que estas cifras se explican por la caída de la inversión en sectores vinculados a los recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, y la desaceleración del crecimiento económico, sobre todo en Brasil, señala el organismo de las Naciones Unidas en su informe anual “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2016”.
Para 2016, la Cepal proyecta que la IED se mantendrá en niveles inferiores a los alcanzados en los últimos años, en línea con las perspectivas económicas. “Podría disminuir hasta un 8 por ciento, aunque seguirá siendo un factor importante en las economías de la región, por lo que urge atraer flujos de calidad”, dice la Comisión. “Con políticas activas e integradas, los países pueden aprovechar estos flujos para diversificar sus economías, potenciar la innovación y la incorporación de tecnología y responder a los desafíos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, dijo su secretaria ejecutiva, Alicia Bárcena, citada en un comunicado.
El descenso registrado en 2015 en América Latina y el Caribe contrasta con el dinamismo observado a nivel global, apunta el documento. El año pasado, los flujos mundiales de IED aumentaron 36 por ciento, llegando a un monto estimado de 1,7 billones de dólares, empujados por una intensa ola de fusiones y adquisiciones, sobre todo transfronterizas, focalizada en los países desarrollados, en particular Estados Unidos. En cuanto a las tendencias de mediano y largo plazo, el estudio destaca importantes cambios en los proyectos anunciados entre 2005 y 2015 pues disminuye la relevancia de los sectores extractivos, se observa un particular dinamismo del sector automotriz y aumenta la importancia de las telecomunicaciones, las energías renovables y el comercio minorista.
“Las inversiones en energías renovables y en otros proyectos medioambientales están en la base de la propuesta de la Cepal de potenciar el desarrollo de la región con un gran impulso ambiental para avanzar hacia un patrón de producción, energía y consumo bajos en carbono”, enfatizó Bárcena, en referencia al último documento institucional Horizontes 2030: la igualdad en el centro del desarrollo sostenible, presentado recientemente en México, donde se detalla dicha propuesta. En 2015, Estados Unidos se posicionó nuevamente como el principal inversor en la región con 25,9 por ciento de la IE), seguido de los Países Bajos con 15,9 por ciento y España con 11,8 por ciento.
SALIDAS DE IED BAJAN 15%
EN 2015 Las salidas de IED desde la región disminuyeron sustancialmente a 47.362 millones de dólares en 2015, un 15 por ciento menos que en 2014, lo que refleja la moderación de la expansión que habían iniciado las llamadas empresas translatinas entre 2007 y 2012, señala el informe de la Cepal. Considerando el stock de inversión de estas compañías, Brasil y México son los países con más capital invertido fuera de sus fronteras. Sin embargo, en 2015 Chile fue el principal inversionista en el exterior.