FUENTE: EL MUNDO
A 15 días de que concluya el plazo, en Santa Cruz no más de 150 productores realizaron el trámite para obtener su tarjeta magnética que les permitirá cargar combustible hasta 1.200 litros. El director regional de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Nelson Olivera, advirtió a los productores que desde el 1 de julio, aquellos que no cuenten con la tarjeta no podrán cargar combustible.
La tarjeta magnética o B-Sisa agropecuario fue creada como mecanismo de control para evitar que el combustible sea utilizado con fines ilícitos o lucro. Además del sello de la ANH, las tarjetas contienen un código de barra de seguridad, numeración que identifica a cada uno de los productores a través de un chip o dispositivo que envían la señal mediante antenas instaladas en cada una de las estaciones de servicio del país. El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, expresó su preocupación por la poca respuesta de la gente, toda vez que 150 no es nada con la enorme cantidad de productores que hay en Santa Cruz y que necesitan combustible para manejar sus maquinarias. “Pedirles a todos los productores de que concluyamos el trámite para la tarjeta magnética de compra de diésel.
Es un trámite bastante simple, hagámoslo para no tener problemas”, expresó Roda. Sobre la cuestión de los trámites, Nelson Olivera explicó que los requisitos de la Dirección General de Sustancias Controladas está exigiendo una copia de carné de identidad, certificado de la asociación a la que pertenece el productor, algún documento de la propiedad agrícola, una copia del Régimen Agropecuario Unificado (RAU) y un croquis de la ruta de la propiedad hasta el surtidor. Una vez que el productor cumple con los requisitos mencionados, la ANH envía un técnico para dar fe de la información y entregar la tarjeta magnética que no tiene costo alguno. De momento hay un permiso especial del Gobierno para cargar de 120 a 600 litros de combustible. Datos El B-Sisa agropecuario fue creado para evitar que el combustible sea utilizado con fines ilícitos o lucrativos.
A 15 días de que concluya el plazo, en Santa Cruz no más de 150 productores realizaron el trámite para obtener su tarjeta magnética que les permitirá cargar combustible hasta 1.200 litros. El director regional de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Nelson Olivera, advirtió a los productores que desde el 1 de julio, aquellos que no cuenten con la tarjeta no podrán cargar combustible.
La tarjeta magnética o B-Sisa agropecuario fue creada como mecanismo de control para evitar que el combustible sea utilizado con fines ilícitos o lucro. Además del sello de la ANH, las tarjetas contienen un código de barra de seguridad, numeración que identifica a cada uno de los productores a través de un chip o dispositivo que envían la señal mediante antenas instaladas en cada una de las estaciones de servicio del país. El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Julio Roda, expresó su preocupación por la poca respuesta de la gente, toda vez que 150 no es nada con la enorme cantidad de productores que hay en Santa Cruz y que necesitan combustible para manejar sus maquinarias. “Pedirles a todos los productores de que concluyamos el trámite para la tarjeta magnética de compra de diésel.
Es un trámite bastante simple, hagámoslo para no tener problemas”, expresó Roda. Sobre la cuestión de los trámites, Nelson Olivera explicó que los requisitos de la Dirección General de Sustancias Controladas está exigiendo una copia de carné de identidad, certificado de la asociación a la que pertenece el productor, algún documento de la propiedad agrícola, una copia del Régimen Agropecuario Unificado (RAU) y un croquis de la ruta de la propiedad hasta el surtidor. Una vez que el productor cumple con los requisitos mencionados, la ANH envía un técnico para dar fe de la información y entregar la tarjeta magnética que no tiene costo alguno. De momento hay un permiso especial del Gobierno para cargar de 120 a 600 litros de combustible. Datos El B-Sisa agropecuario fue creado para evitar que el combustible sea utilizado con fines ilícitos o lucrativos.