El barril de petróleo, sostenido por el Gobierno, tiene un valor local más alto que el internacional, pero hay operaciones entre privados a precios más bajos; es la base de la estrategia oficial.
LA NACIÓN

Con menos estridencia que los aumentos en la luz y el gas, el Gobierno comenzó a dar los primeros pasos para llevar el precio local del petróleo a los parámetros internacionales, algo que con los valores actuales del crudo en el mundo (más bajos que los precios internos) permitiría contener eventuales aumentos en las naftas y en el gasoil, al menos en el mediano plazo. En los papeles, en el país tanto los precios de los combustibles como la importación de petróleo son libres. Sin embargo, para conservar el equilibrio en una actividad sensible para los consumidores y, en especial, para las provincias patagónicas, el Gobierno sigue de cerca la marcha de algunas variables.

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