FUENTE: LA PRENSA
La cita, que reunió a los titulares de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de las siete economías más desarrolladas y de la Unión Europea (UE), se saldó con la presentación de un plan para tratar de segar los canales de financiación del terrorismo.
El objetivo del programa es reforzar los estándares que ya se aplican en este terreno e “implementar de manera efectiva” las recomendaciones del Grupo de acción financiera contra el blanqueo de capitales (FATF) con vistas a lograr compromisos “para finales de 2016”.
El comisario europeo de Finanzas, Pierre Moscovici, se contó entre los participantes que defendieron ayer con mayor contundencia la necesidad de luchar contra la falta de transparencia que aún rodea a los flujos financieros transfronterizos. “Los Papeles de Panamá han mostrado cómo individuos y entidades pueden aún ocultarse detrás de estructuras opacas y utilizar cuentas “offshore” para esquivar la vigilancia del fisco y además utilizarlas con otros fines delictivos”, defendió Moscovici en rueda de prensa.
Los siete estuvieron ayer de acuerdo en implementar al máximo acuerdos multilaterales como el de Erosión de la base imponible y traslado de beneficios (BEPS), auspiciado por el G20 y la OCDE, y en tratar de promoverlo para que el mayor número posible de Estados se adhiera pronto. Durante la cumbre hubo también unanimidad a la hora de fijar el “Brexit” como uno de los riesgos que penden sobre la economía mundial, y tanto el ministro de Finanzas de Reino Unido, George Osborne, como sus homólogos consideraron importante constituir una “voz internacional” que advierta a los británicos de dichos riesgos. El ministro británico dijo que si se vota a favor de la salida del bloque (en el referendo del próximo 23 de junio) “habrá un impacto económico inmediato a los mercados financieros”.
La cita, que reunió a los titulares de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de las siete economías más desarrolladas y de la Unión Europea (UE), se saldó con la presentación de un plan para tratar de segar los canales de financiación del terrorismo.
El objetivo del programa es reforzar los estándares que ya se aplican en este terreno e “implementar de manera efectiva” las recomendaciones del Grupo de acción financiera contra el blanqueo de capitales (FATF) con vistas a lograr compromisos “para finales de 2016”.
El comisario europeo de Finanzas, Pierre Moscovici, se contó entre los participantes que defendieron ayer con mayor contundencia la necesidad de luchar contra la falta de transparencia que aún rodea a los flujos financieros transfronterizos. “Los Papeles de Panamá han mostrado cómo individuos y entidades pueden aún ocultarse detrás de estructuras opacas y utilizar cuentas “offshore” para esquivar la vigilancia del fisco y además utilizarlas con otros fines delictivos”, defendió Moscovici en rueda de prensa.
Los siete estuvieron ayer de acuerdo en implementar al máximo acuerdos multilaterales como el de Erosión de la base imponible y traslado de beneficios (BEPS), auspiciado por el G20 y la OCDE, y en tratar de promoverlo para que el mayor número posible de Estados se adhiera pronto. Durante la cumbre hubo también unanimidad a la hora de fijar el “Brexit” como uno de los riesgos que penden sobre la economía mundial, y tanto el ministro de Finanzas de Reino Unido, George Osborne, como sus homólogos consideraron importante constituir una “voz internacional” que advierta a los británicos de dichos riesgos. El ministro británico dijo que si se vota a favor de la salida del bloque (en el referendo del próximo 23 de junio) “habrá un impacto económico inmediato a los mercados financieros”.