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Tras una sesión plenaria histórica y extenuante que duró 21 horas casi ininterrumpidas, desde las 10 de la mañana a las siete de la madrugada, el Senado brasileño aprobó el proceso de destitución o ‘impeachment’ contra la presidenta Dilma Rousseff. El resultado de la votación fue elocuente: 55 a favor y 22 en contra. Rousseff recibirá hoy por la mañana la notificación oficial y después saldrá por la puerta principal del palacio de Planalto, sede presidencial, en un gesto explícito que quiere decir que acata pero no aprueba la decisión. Después se recluirá en el futurista Palacio de la Alborada, su residencia oficial, donde se le permite quedarse en su nueva condición de presidenta espectral, con el salario recortado a la mitad y las perrogativas reducidas al mínimo. El vicepresidente del país, Michel Temer, líder del Partido Democrático do Movimento Brasileiro (PMDB), asumirá inmediatamente después la jefatura del Estado.
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Tras una sesión plenaria histórica y extenuante que duró 21 horas casi ininterrumpidas, desde las 10 de la mañana a las siete de la madrugada, el Senado brasileño aprobó el proceso de destitución o ‘impeachment’ contra la presidenta Dilma Rousseff. El resultado de la votación fue elocuente: 55 a favor y 22 en contra. Rousseff recibirá hoy por la mañana la notificación oficial y después saldrá por la puerta principal del palacio de Planalto, sede presidencial, en un gesto explícito que quiere decir que acata pero no aprueba la decisión. Después se recluirá en el futurista Palacio de la Alborada, su residencia oficial, donde se le permite quedarse en su nueva condición de presidenta espectral, con el salario recortado a la mitad y las perrogativas reducidas al mínimo. El vicepresidente del país, Michel Temer, líder del Partido Democrático do Movimento Brasileiro (PMDB), asumirá inmediatamente después la jefatura del Estado.
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