Se suman a las compras a Chile y Bolivia, que entran por ductos; argumentan que es más barato que el gasoil.
LA NACIÓN

El Gobierno está dispuesto a comprar todo el gas posible fuera del país para intentar morigerar los posibles efectos de la crisis energética sobre los hogares, consumidores de gas natural comprimido (GNC) y empresas en el invierno, la temporada más crítica del año con respecto al suministro de ese insumo. La planificación de Enarsa, la empresa estatal de energía, así lo indica. Según los documentos que vio LA NACION, la compañía espera recibir más de 40 barcos de GNL (gas natural licuado) entre junio y septiembre próximos en las terminales portuarias de Escobar y de Bahía Blanca, para atender las urgencias del invierno. Es una práctica que comenzó en el kirchnerismo, pero continuará e incluso puede profundizarse en el gobierno de Mauricio Macri.

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