Después de haber soportado dos años seguidos de déficit comercial (2014 y 2015), el sector maderero experimenta un mal comienzo de 2016, y todo parece indicar que se encamina hacia un tercer año de cifras negativas.
Fuente: LOS TIEMPOS

Mientras las exportaciones alcanzaron los 8,4 millones de dólares en los dos primeros meses del año, las importaciones superaron esa cifra al anotarse 11,1 millones en el mismo periodo.

Los datos, que fueron proporcionados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), señalan que el declive del sector maderero se inició en 2014 cuando se reportó el primer déficit comercial. Sin embargo, las cifras señalan que las importaciones de la madera experimentaron un ritmo de crecimiento mayor al de las exportaciones desde 2011, hasta superarlo tres años después. Así, en 2014, las exportaciones alcanzaron los 66 millones de dólares, mientras que las importaciones reportaron 74 millones. El déficit comercial fue de 8,7 millones.

En 2015, se exportaron 62,9 millones de dólares frente a los 72,1 millones importados esa misma gestión.

El déficit comercial superó al del 2014 y alcanzó los 9,1 millones. Según el director de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), Rolf Kohler, toda la cadena productiva del sector maderero del país se encuentra en crisis. En los últimos días, el sector industrial, a través de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), expresó su alarma por esta crisis que está haciendo perder fuentes de empleo e ingresos de divisas al país. Ante esa situación, la CFB dirigió el pasado 12 de abril una carta al vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, en la que le solicita que se establezcan mecanismos de protección a la industria nacional, ante el excesivo aumento de las importaciones de productos elaborados de la madera. Entre 2011 y 2014, el valor de las importaciones del sector maderero y sus manufacturas fue creciendo.

En 2011 alcanzó 45,3 millones de dólares. En 2014, la cifra bordeó los 74,7 millones. En 2014, bajó el valor de las importaciones: 72,1 millones. Sin embargo, en 2015 el volumen de las importaciones creció en 7 por ciento: 93 millones de kilogramos frente a los 85,6 millones importados en 2014. Según el IBCE, los datos preliminares de esta gestión señalan que existe una ligera caída en las importaciones. Hasta febrero de 2016, las importaciones de madera y sus manufacturas alcanzaron un valor de 11,1 millones de dólares frente a los 13,1 millones importados en el mismo periodo de 2015.

El presidente de la Cámara Forestal Departamental, Carlos Campos, afirma que a nivel nacional se conoce del cierre de un gran número de empresas y lamenta que ingresen productos de China y Brasil a "un precio menor, pero con una calidad desastrosa".

En un recorrido realizado por este medio a mercados del centro de la ciudad de Cochabamba, se constató que existe mayor presencia de muebles de melamina que ingresan por Brasil, pero que son de origen Chino. "El sector forestal vive una de las peores crisis, que difícilmente podrá ser superada; los empresarios se encuentran totalmente desmotivados, a punto de cerrar sus puertas y cambiar de rubro", indica Campos. Contrariamente a los que ocurre con las importaciones, las exportaciones fueron disminuyendo paulatinamente los últimos cinco años. El 2011 se exportaron 87,5 millones de dólares frente a los 62,9 millones de 2015. Según los datos preliminares, las exportaciones en 2016 continúan cayendo. En enero y febrero de 2016, se exportaron 8,4 millones de dólares frente a los 10,9 millones del mismo periodo de 2015.

Kohler señala que las exportaciones de madera disminuyeron porque cada vez existen menos compradores de madera en el mundo, principalmente de China, uno de los mayores compradores de madera del país. "A Bolivia le cuesta conseguir mercados internacionales porque las maderas provenientes de bosques tropicales y bosques nativos simplemente tienen nichos de mercado. La vivencia en el mundo actual es que los muebles que vienen provienen de plantaciones forestales o de bosques implantados", explica.

EXCESIVA REGULACIÓN

Según el presidente de la Cámara Forestal de Cochabamba, Carlos Campos, el sector se halla excesivamente controlado por la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT). Campos explica que existen directrices cuyo objetivo es el cobro de multas elevadas, procesos administrativos de aprovechamientos forestales de gestiones pasadas, donde se muestra "claramente que el fin es la aplicación de multas". Según el director de la ABT, Rolf Kohler, el sector maderero está sobrerregulado y actualmente se trabaja desde el Gobierno para afrontar esa situación.

LA FECHA AÚN NO FUE DEFINIDA POR LA ABT

Cumbre forestal sigue pendiente desde 2015 La cumbre forestal que fue anunciada para finales del 2015 continúa pendiente y la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) aún no anunció la fecha de su realización. El 13 de octubre de 2016, la ABT anunció la realización de una cumbre forestal similar a la del agro, realizada en Santa Cruz hace algunos meses, en la que se buscarían políticas públicas para salir del rezago tecnológico, reducir los costos de producción y flexibilizar el marco legal vigente para esta actividad económica.

Sin embargo, el encuentro aún está pendiente. Según el presidente de la ABT, Rolf Kholer, la cumbre constituye la fase final de un pacto social firmado con todos los actores que componen la cadena productiva de la madera. Una vez que "esos consensos y acuerdos que se tuvieron en las mesas forestales sean oficializados se realizará la cumbre", indica el Presidente de la ABT. Kohler destaca que posteriormente los acuerdos de la cumbre se consolidarán como políticas de Estado. "Lo que está faltando es la cumbre forestal.

Muy pronto el Gobierno va a anunciar cuándo será esa cumbre", afirma. Por su parte, el presidente de la Cámara Forestal de Cochabamba, Carlos Campos, indica que su sector empresarial participó con gran entusiasmo de los eventos convocados por la ABT con miras a la cumbre forestal, pero a la fecha no existe ningún resultado.

"Extrañamente, la Cumbre Forestal ha sido postergada sin fecha prevista, como si fuera un evento sin ninguna importancia, ni trascendencia", lamenta. Contribuciones Campos añade también que no existe seguridad jurídica en el país para el sector del empresariado. "Es probable que este año no exista inversión en el sector. Por un pequeño error, el empresario puede quedar en la calle, ya que el sistema de cobro de multas de ABT es totalmente abusivo", sostiene Campos a través de un cuestionario respondido a este medio vía correo electrónico. Por su parte, Kohler destaca que este sector puede contribuir al Producto Interno Bruto (PIB) el 6 por ciento en los próximos 10 años, lo que equivaldría a 3.000 millones de dólares.

Hasta la fecha, sólo aporta el 2,5 por ciento, de los cuales el 1,8 por ciento son por las exportaciones de castaña y sólo el 0,7 por ciento por productos de la madera. Según la ABT, a nivel nacional hay alrededor de 370 millones de hectáreas de zonas de aprovechamiento para la explotación forestal, pero sólo entre 48 y 49 por ciento es utilizado, lo que demuestra que el sector no cuenta con un plan de crecimiento. Otro desafío que se plantea el país es reforestar en los próximos 10 años 4,5 millones de hectáreas, de las cuales 1,5 millones deben ser de plantaciones forestales. Kholer anuncia que pronto la ASFI dará a conocer las medidas para lograr que los forestales accedan a préstamos.

LA ABT BUSCA FLEXIBILIZAR ALGUNAS NORMAS PARA EL SECTOR MADERERO

Pacto social ingresa a la cuarta etapa El pacto social planteado en octubre del año pasado ingresa en la fase final de su ejecución, según el director de la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT), Rolf Kohler. El pacto social entre la ABT y todos los actores que integra la cadena productiva del sector maderero tiene cuatro etapas. La primera se centró en la realización de giras técnicas internacionales en países con avances importantes en materia forestal, como Brasil, Argentina y Chile. Durante la segunda etapa, se realizó un simposio en el que participaron las cámaras forestales departamentales y los demás actores de la cadena productiva.

La tercera etapa comprendió la realización de mesas forestales para discutir los problemas que afligen al sector maderero. Según Kohler, las mesas forestales contaron con gran afluencia de participantes. Intervención estatal El pacto social busca fortalecer el desarrollo integral del sector forestal del país a través de la implementación de acciones estratégicas de manejo integral y sustentable de bosques.

Según Kohler, dos terceras partes de las tierras cubiertas por bosques son propiedad del sector indígena que, para dedicarse al desarrollo integral, carece de conocimiento y no cuenta con tecnología de punta y mucho menos de recursos económicos. Por este motivo, la ABT consideró "necesaria y urgente" la intervención del Estado a través de una alianza público privada que derive en un pacto social. Subir aranceles Kholer estima que la situación crítica a raíz del déficit comercial del sector maderero va a ser encarada con un aumento de los aranceles de importación y del incremento de los precios de los Certificados Forestales (Cefos) a productos forestales de importación.

El Presidente de la ABT indica que ese tipo de medidas podrían ser encaradas en el marco del pacto fiscal que derivará en una cumbre forestal en su etapa final. Los resultados de la cumbre forestal serán implementados como políticas de Estado por el Gobierno.