LA NACIÓN
La actividad en el depósito de 10.000 metros cuadrados decayó a fines de 2015 tras el retiro de varios importadores chinos de vino, señala Yang Ying, la administradora, lo que dejó mucho espacio vacío. El golpe final se produjo después de que en diciembre pasado un comerciante rechazó un despacho en el muelle. "El cliente les dijo a los trabajadores que devolvieran el vino a Francia. Nadie lo quiere", cuenta Yang.
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La actividad en el depósito de 10.000 metros cuadrados decayó a fines de 2015 tras el retiro de varios importadores chinos de vino, señala Yang Ying, la administradora, lo que dejó mucho espacio vacío. El golpe final se produjo después de que en diciembre pasado un comerciante rechazó un despacho en el muelle. "El cliente les dijo a los trabajadores que devolvieran el vino a Francia. Nadie lo quiere", cuenta Yang.
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