Fuente: EL DEBER
Los pequeños, medianos y grandes productores de soya, acorralados por las pérdidas que confrontan por efectos del clima, bajos precios, imposibilidad de cubrir sus deudas y el contrabando, piden auxilio al Gobierno para que sea mediador ante las aceiteras en la fijación de un precio de $us 260 la tonelada del grano de oro. “Estamos preocupados, la cosecha no cubre lo que invertimos.
En cada hectárea gastamos desde la siembra hasta recoger los granos más de $us 450. Nuestro rendimiento este año no pasa de una tonelada por hectárea. Las deudas nos acosan. Ya no da para seguir en la agricultura”, indica la pequeña productora Cecilia Aldana Peñaranda, junto a otros agricultores en un encuentro con EL DEBER en Villa Paraíso, cerca de San Julián.
“Estamos en riesgo de quiebra”, dijo el mediano productor Luis Yucra Flores.
En Villa Paraíso, Genaro Carvallo estaba en plena cosecha de 50 hectáreas de soya. Su hijo, Rubén, saca cuentas. La cosechadora cobra $us 55 por hectárea, y por eso le van a pagar $us 2.750. Las 50 hectáreas de su cultivo están rindiendo 55 t que, vendidas a $us 220, totalizan $us 12.100. Debe pagar a las casas comerciales $us 8.000 por concepto de financiamientos. El camión que lleva la soya a los silos cobra $us 18 por tonelada, que le representa un gasto de $us 990. En total debe cubrir $us 11.740. Descontando esta suma de los $us 12.100, solo le queda $us 360 de ganancia por meses de trabajo e inversiones. El pequeño agricultor Hugo Flores intervino: “Ya no puedo seguir.
Estoy hundido en deudas. Son pocos los que se animarán a seguir sembrando. Pedimos al Gobierno que sea mediador ante las aceiteras, para que nos paguen $us 260 la tonelada. Y también que autorice la exportación plena”, manifestó. El vicepresidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Susano Terceros, presente en el lugar, expresó: “Estamos prácticamente quebrados.
Esto es desesperante y no hay señales de auxilio del Gobierno”. Anapo, la CAO y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) alertaron sobre una probable disminución en la producción por falta de incentivos del Estado y el clima adverso de competitividad. El presidente de la CAO, Julio Roda, dijo que el Gobierno no puede exigir al sector productor ser competitivo, cuando no se le permite exportar y se le impone restricciones, se "le acogota" fiscalmente y pone en práctica políticas en contrarruta de los esfuerzos en el agro. El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Cesar Cocarico, el miércoles, indicó que se conversa con industriales para que mejoren el precio de la soya
Los pequeños, medianos y grandes productores de soya, acorralados por las pérdidas que confrontan por efectos del clima, bajos precios, imposibilidad de cubrir sus deudas y el contrabando, piden auxilio al Gobierno para que sea mediador ante las aceiteras en la fijación de un precio de $us 260 la tonelada del grano de oro. “Estamos preocupados, la cosecha no cubre lo que invertimos.
En cada hectárea gastamos desde la siembra hasta recoger los granos más de $us 450. Nuestro rendimiento este año no pasa de una tonelada por hectárea. Las deudas nos acosan. Ya no da para seguir en la agricultura”, indica la pequeña productora Cecilia Aldana Peñaranda, junto a otros agricultores en un encuentro con EL DEBER en Villa Paraíso, cerca de San Julián.
“Estamos en riesgo de quiebra”, dijo el mediano productor Luis Yucra Flores.
En Villa Paraíso, Genaro Carvallo estaba en plena cosecha de 50 hectáreas de soya. Su hijo, Rubén, saca cuentas. La cosechadora cobra $us 55 por hectárea, y por eso le van a pagar $us 2.750. Las 50 hectáreas de su cultivo están rindiendo 55 t que, vendidas a $us 220, totalizan $us 12.100. Debe pagar a las casas comerciales $us 8.000 por concepto de financiamientos. El camión que lleva la soya a los silos cobra $us 18 por tonelada, que le representa un gasto de $us 990. En total debe cubrir $us 11.740. Descontando esta suma de los $us 12.100, solo le queda $us 360 de ganancia por meses de trabajo e inversiones. El pequeño agricultor Hugo Flores intervino: “Ya no puedo seguir.
Estoy hundido en deudas. Son pocos los que se animarán a seguir sembrando. Pedimos al Gobierno que sea mediador ante las aceiteras, para que nos paguen $us 260 la tonelada. Y también que autorice la exportación plena”, manifestó. El vicepresidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Susano Terceros, presente en el lugar, expresó: “Estamos prácticamente quebrados.
Esto es desesperante y no hay señales de auxilio del Gobierno”. Anapo, la CAO y el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) alertaron sobre una probable disminución en la producción por falta de incentivos del Estado y el clima adverso de competitividad. El presidente de la CAO, Julio Roda, dijo que el Gobierno no puede exigir al sector productor ser competitivo, cuando no se le permite exportar y se le impone restricciones, se "le acogota" fiscalmente y pone en práctica políticas en contrarruta de los esfuerzos en el agro. El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Cesar Cocarico, el miércoles, indicó que se conversa con industriales para que mejoren el precio de la soya