Fuente: El Cronista
Juan Bosch Presidente de SAESA
El gobierno del Ing. Macri se comprometió a darle un fuerte impulso. En este sentido, este tema fue central en la visita de presidentes extranjeros, se creó una Subsecretaría de Renovables a cuyo cargo designó al principal redactor de la Ley, el Ing. Sebastián Kind de reconocidísima capacidad en el tema, y se emitió un decreto reglamentario muy detallado en menos de 5 meses de gestión. Además, se están haciendo grandes esfuerzos para obtener financiamiento barato para estas tecnologías. Los primeros días de abril me invitaron a participar de la cumbre llamada "The future of energy" que Bloomberg New Energy Finance organizó en Nueva York. Se reunieron allí representantes de diversos países, tanto de gobierno como empresas. Los debates y análisis fueron muy abarcativos porque, como bien dijo John Kerry, secretario de Estado de los EE. UU: "El futuro de la energía es el futuro de todo".
Pero el tema más sobresaliente fue el de las energías limpias demostrando no sólo el fuerte compromiso global por el desarrollo sustentable, sino también que, hoy, las energías renovables son muy competitivas en términos económicos. El cuidado del medio ambiente es una cuestión fundamental de las estrategias de RSE en las compañías. En ese sentido, un elemento clave para reducir su huella de carbono es cuidar el modo en que se aprovisionan de energía. Mi impresión es que muchas firmas optarán por adquirir porcentajes de energías renovables aún mayores al mínimo fijado en la nueva Ley. Porque al hacerlo, cuidan el medio ambiente, pero también sus costos. El costo de instalar un MW para generar energía solar fotovoltaica se redujo 150 veces desde 1975. Esta eficiencia, que mostró grandes reducciones de costos entre 2008 y 2015, no detuvo su marcha. Veremos tecnologías aún más baratas. La Argentina permaneció "fuera del mapa" de las energías renovables en estos últimos años. Mientras la energía limpia daba estos saltos cualitativos. El nuevo marco que incluye la ley27. 191 y el decreto 531/2016 es muy claro.
Todo consumidor de energía, indefectiblemente, va a adquirir un porcentaje creciente de energía renovable. Comenzando con el 8% de su consumo total en 2018 y llegando al 20% en 2025. Siendo que en cualquier caso, deberá comprar y pagar energías verdes, el consumidor tiene una gran oportunidad: gestionar por sí mismo la compra de su energía verde lo que significa obtener precios más competitivos, condiciones flexibles y personalizadas. Se observan vientos de cambio a los cuales debemos adaptarnos y aprovecharlos para el bien del país y del planeta.
El gobierno del Ing. Macri se comprometió a darle un fuerte impulso. En este sentido, este tema fue central en la visita de presidentes extranjeros, se creó una Subsecretaría de Renovables a cuyo cargo designó al principal redactor de la Ley, el Ing. Sebastián Kind de reconocidísima capacidad en el tema, y se emitió un decreto reglamentario muy detallado en menos de 5 meses de gestión. Además, se están haciendo grandes esfuerzos para obtener financiamiento barato para estas tecnologías. Los primeros días de abril me invitaron a participar de la cumbre llamada "The future of energy" que Bloomberg New Energy Finance organizó en Nueva York. Se reunieron allí representantes de diversos países, tanto de gobierno como empresas. Los debates y análisis fueron muy abarcativos porque, como bien dijo John Kerry, secretario de Estado de los EE. UU: "El futuro de la energía es el futuro de todo".
Pero el tema más sobresaliente fue el de las energías limpias demostrando no sólo el fuerte compromiso global por el desarrollo sustentable, sino también que, hoy, las energías renovables son muy competitivas en términos económicos. El cuidado del medio ambiente es una cuestión fundamental de las estrategias de RSE en las compañías. En ese sentido, un elemento clave para reducir su huella de carbono es cuidar el modo en que se aprovisionan de energía. Mi impresión es que muchas firmas optarán por adquirir porcentajes de energías renovables aún mayores al mínimo fijado en la nueva Ley. Porque al hacerlo, cuidan el medio ambiente, pero también sus costos. El costo de instalar un MW para generar energía solar fotovoltaica se redujo 150 veces desde 1975. Esta eficiencia, que mostró grandes reducciones de costos entre 2008 y 2015, no detuvo su marcha. Veremos tecnologías aún más baratas. La Argentina permaneció "fuera del mapa" de las energías renovables en estos últimos años. Mientras la energía limpia daba estos saltos cualitativos. El nuevo marco que incluye la ley27. 191 y el decreto 531/2016 es muy claro.
Todo consumidor de energía, indefectiblemente, va a adquirir un porcentaje creciente de energía renovable. Comenzando con el 8% de su consumo total en 2018 y llegando al 20% en 2025. Siendo que en cualquier caso, deberá comprar y pagar energías verdes, el consumidor tiene una gran oportunidad: gestionar por sí mismo la compra de su energía verde lo que significa obtener precios más competitivos, condiciones flexibles y personalizadas. Se observan vientos de cambio a los cuales debemos adaptarnos y aprovecharlos para el bien del país y del planeta.