Las autoridades ecuatorianas creen que la reconstrucción de las zonas dañadas costará miles de millones de dólares.
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Del caos a la urgencia. Dos días después del terremoto de 7,8 en la escala de Richter que sacudió la costa norte ecuatoriana, la cifra de muertos aumenta considerablemente. La última elevaba a 413 el número de fallecidos, aunque se prevé que siga creciendo con el paso de las horas mientras prosigue la búsqueda de supervivientes y cadáveres entre los escombros. Lo más inminente para las autoridades es localizar a las personas desaparecidas y atender las primeras necesidades de los damnificados.

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