TNS LATAM
Las negociaciones que mantuvieron el domingo algunos de productores de petróleo más grandes del mundo apuntadas a firmar un acuerdo para congelar la extracción fracasaron después de que Arabia Saudita insistió en que Irán un feroz rival regional debía formar parte de cualquier pacto. Los participantes del mercado petrolero se estarán haciendo algunas preguntas. ¿Cuánto más caerá el precio del petróleo? El crudo se recuperó más de 40% desde mediados de febrero, cuando Arabia Saudita, Rusia, Venezuela y Qatar anunciaron su plan de congelar la producción. Si bien otros factores influyeron en el rebote del precio más allá de u$s 40 el barril, no hay duda de que fue clave la posibilidad de que haya un primer acuerdo global en 15 años. El barril de Brent se desplomó durante la mañana un 5,84% respecto al cierre del viernes, pero recuperó terreno por la tarde y terminó la jornada bursátil en Londres en u$s 42,91 el barril, un retroceso de 0,44%. El petróleo de Texas (WTI), que registró a primera hora un descenso del 4,31 %, bajó finalmente un 1,44 %, hasta los u$s 39,78. Sin embargo, vale la pena recordar que si se hubiera acordado en Doha, ese resultado no habría reducido la oferta global sólo la congelaban en un nivel elevado, y en algunos casos hasta niveles récord.
"El congelamiento entre otros productores no habría generando ninguna gran diferencia en el saldo, dado que creemos que además de Arabia Saudita, Irán y Rusia son los únicos dos países entre los participantes de las conversaciones que podrán elevar la producción este año", aseguran los analistas de Energy Aspects, una consultora con sede en Londres. Por lo tanto, el impacto podría no ser severo. El mercado quizás se sostenga gracias a Kuwait, donde los trabajadores petroleros el domingo empezaron una huelga. Eso se sumará a las interrupciones de la oferta global, que ya representan casi 2,8 millones de barriles diarios casi el nivel más alto en dos años, según Energy Aspects. ¿Por qué Arabia Saudita cambió de rumbo? Es una excelente pregunta. Si bien había mensajes opuestos en vísperas del encuentro, altos delegados de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) confiaban en que Arabia Saudita respaldaría un acuerdo incluso sin la participación de Irán. Se dice que el Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales, encabezado por Ali al-Naimi, participó en la redacción del primer borrador del acuerdo que el domingo en Doha circulaba entre los delegados. Pero algo hizo que Arabia Saudita endurezca su postura e insista en que todos los miembros de la OPEP, incluyendo Irán, debían respaldar el pacto. Un indicio se observa en los comentarios que hizo el poderoso príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman. La semana pasada, le dijo a Bloomberg que el reino no firmaría sin Teherán, sugiriendo que había decidido no dejar ningún margen a su feroz rival regional.
"El fracaso de las negociaciones en Doha son un recordatorio de que en este momento Arabia Saudita no está con ánimo para hacerle favores a Irán y que su actual conflicto geopolítico no puede descontarse como elemento de la política petrolera saudita", dijo Jason Bordoff de la Universidad de Columbia. La OPEP no está muerta, pero la debacle de Doha una vez más recalca las profundas divisiones que hay en el cartel de producción, en particular entre sus miembros más poderosos, Arabia Saudita, e Irán, que está resurgiendo después de años de sanciones y quiere recuperar mercado. ¿Qué pasará ahora? Mohammed Bin Saleh Al-Sada, el ministro de Energía de Qatar, estaba furioso el domingo a la noche y dijo a los periodistas que hay menos presión para alcanzar un acuerdo de inmediato. porque el petróleo se está "dirigiendo hacia la dirección correcta". Si bien los miembros de la OPEP quizás intenten volver a reunirse más a fin de año, parece ser una propuesta difícil.
"El congelamiento entre otros productores no habría generando ninguna gran diferencia en el saldo, dado que creemos que además de Arabia Saudita, Irán y Rusia son los únicos dos países entre los participantes de las conversaciones que podrán elevar la producción este año", aseguran los analistas de Energy Aspects, una consultora con sede en Londres. Por lo tanto, el impacto podría no ser severo. El mercado quizás se sostenga gracias a Kuwait, donde los trabajadores petroleros el domingo empezaron una huelga. Eso se sumará a las interrupciones de la oferta global, que ya representan casi 2,8 millones de barriles diarios casi el nivel más alto en dos años, según Energy Aspects. ¿Por qué Arabia Saudita cambió de rumbo? Es una excelente pregunta. Si bien había mensajes opuestos en vísperas del encuentro, altos delegados de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) confiaban en que Arabia Saudita respaldaría un acuerdo incluso sin la participación de Irán. Se dice que el Ministerio de Petróleo y Recursos Minerales, encabezado por Ali al-Naimi, participó en la redacción del primer borrador del acuerdo que el domingo en Doha circulaba entre los delegados. Pero algo hizo que Arabia Saudita endurezca su postura e insista en que todos los miembros de la OPEP, incluyendo Irán, debían respaldar el pacto. Un indicio se observa en los comentarios que hizo el poderoso príncipe heredero de Arabia Saudita Mohammed bin Salman. La semana pasada, le dijo a Bloomberg que el reino no firmaría sin Teherán, sugiriendo que había decidido no dejar ningún margen a su feroz rival regional.
"El fracaso de las negociaciones en Doha son un recordatorio de que en este momento Arabia Saudita no está con ánimo para hacerle favores a Irán y que su actual conflicto geopolítico no puede descontarse como elemento de la política petrolera saudita", dijo Jason Bordoff de la Universidad de Columbia. La OPEP no está muerta, pero la debacle de Doha una vez más recalca las profundas divisiones que hay en el cartel de producción, en particular entre sus miembros más poderosos, Arabia Saudita, e Irán, que está resurgiendo después de años de sanciones y quiere recuperar mercado. ¿Qué pasará ahora? Mohammed Bin Saleh Al-Sada, el ministro de Energía de Qatar, estaba furioso el domingo a la noche y dijo a los periodistas que hay menos presión para alcanzar un acuerdo de inmediato. porque el petróleo se está "dirigiendo hacia la dirección correcta". Si bien los miembros de la OPEP quizás intenten volver a reunirse más a fin de año, parece ser una propuesta difícil.