EL DIARIO
Ante las propuestas de aumento salarial del Gobierno (4 por ciento) y la Central Obrera Bolivia (8,5 por ciento), dos experimentados economistas señalaron que, ante todo, en el Ejecutivo debe primar la prudencia, para no afectar el desempeño de la economía y principalmente al sector privado, que está –además– al margen de la negociación.
RAZONABLE
El expresidente del Banco Central, Armando Méndez, consideró "razonable" el planteamiento de las autoridades gubernamentales que propusieron a los trabajadores un ajuste no mayor a 4 por ciento. Mientras, su colega, José Luis Evia, quien se desempeñó como consultor de la GTZ en la Asamblea Constituyente, coincidió con Méndez y dijo que “un aumento mayor a la propuesta oficial afectará a las empresas”.
NEGOCIACIONES
El Gobierno presentó su propuesta del aumento salarial a la Central Obrera Boliviana (COB), el pasado lunes, la misma que fue rechazada por la dirigencia del ente matriz de los trabajadores, la cual insistió en su contrapropuesta de 8,5 por ciento.
La inflación de 2015, que se utiliza como referencia para el cálculo del aumento de las remuneraciones laborales, fue 2.95 por ciento.
COSTO DE VIDA
Los trabajadores argumentaron que el costo de vida se incrementó en Bolivia y que el porcentaje propuesto obedece a la necesidad de restituir en parte el valor adquisitivo del salario.
EMPRESAS
En tanto, el Gobierno señaló que el ajuste propuesto supera la inflación registrada en 2015 y que un porcentaje mayor afectaría al sector empresarial.
Los empresarios de La Paz señalaron que el aumento salarial no debiera ser mayor a la inflación registrada la pasada gestión, mientras los exportadores indicaron que el incremento salarial acumulado en la última década fue 74 por ciento, cuando la variación de los precios fue 54 por ciento en el mismo período.
INFLACIÓN BAJA
Méndez, quien se desempeñó como Subsecretario del Tesoro en 1990, explicó que el año pasado se registró una baja inflación, pero si fuera mayor el aumento salarial, aquel encarecería el costo social de las empresas; y esto podría derivar en mayor inflación en el futuro, advirtió.
Calificó de “irracional” la propuesta de la COB y manifestó su confianza de que se actúe preservando la economía del país y la estabilidad de las empresas, en un año donde las exportaciones seguirán a la baja.
Sostuvo, en este sentido, que un aumento del salario en la proporción que anunció el Gobierno implica, como contraparte, mantener bajo control los precios.
CONTEXTO INTERNACIONAL
El economista Evia indicó que, para tomar una decisión al respecto, hay que tomar en cuenta, de la misma forma, el contexto internacional, que en este momento es desfavorable para los países y empresas que exportan materias primas.
Con un ajuste mayor al que negocia el Gobierno, “hay menos posibilidades de expandir las actividades económicas y se presentarán dificultades para competir; es tema complejo, pues la salida de productos al exterior, se verá afectada por un aumento salarial grande, lo que empeorará la situación de las empresas”, remarcó.
AJUSTE 2015
Recordó que un aumento salarial, como el adoptado el 2015, implicó para las empresas un costo alto, en especial para los pequeños emprendimientos. Al igual que su colega, Evia anticipó que un incremento mayor incidirá en la inflación.
UN DÍGITO
En entrevista con EL DIARIO, el consultor reconoció también que la inflación en Bolivia se mantiene en un dígito. Señaló que las devaluaciones del tipo de cambio en los países vecinos hizo bajar los precios de los productos principalmente de consumo de las familias, pero aún así –insistió– en actuar en este tema con prudencia.