Santa Cruz | Los Tiempos

  

El presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Reynaldo Díaz, junto a directivos de su gremio y pequeños productores de la zona de San Julián, reiteraron ayer su petición al Gobierno de que libere de manera irrestricta la exportación del grano y derivados.

 

Díaz dijo que rechazan los 220 dólares que la agroindustria local quiere pagar a los productores por tonelada de soya, cuando en la campaña de invierno de 2015 se pagó a 265 dólares la tonelada. En ese entonces, el precio de referencia en la bolsa de Chicago estaba en 320 dólares la tonelada.

 

Sin embargo, el precio internacional este año subió, fluctuando entre los 332 a 338 dólares. Para el sector hay una inexplicable diferencia de aproximadamente 117 dólares por tonelada, entre el precio internacional y el precio que las industrias aceiteras quieren pagar a los productores.

 

Díaz dijo que los productores esperan que por lo menos en esta campaña de verano 2015-2016, la agroindustria pague 260 dólares por tonelada, lo que sería justo, pues el precio internacional no ha bajado y el único problema son las restricciones del Gobierno a la exportación.

 

 

 

COSECHA TIENE AVANCE DE 40%

 

Hasta el momento, según el presidente de Anapo, Reynaldo Díaz, hay un avance en la cosecha de casi un 40 por ciento que garantiza el abastecimiento del mercado nacional este año, tanto en aceite de soya como en harinas, razón por la que piden liberación plena de la exportación de excedentes.

 

La campaña de verano prevé recolectar entre 1,9 millones de toneladas a 2,1 millones de toneladas debido a que en noviembre hubo sequía en algunas zonas productoras y en otras, inundaciones. Se sembró cerca de 1 millón de hectáreas. El rendimiento en zona de sequía fue de 1,2 toneladas por hectárea y en zonas donde hubo normalidad está en alrededor de 2,2 toneladas por hectárea.

 

Díaz dijo que si persiste la actitud de las agroindustrias de pagar 220 dólares por toneladas, aparte de perder 137 millones de dólares, los productores tendrán problemas para honrar sus deudas bancarias y otras obligaciones.

 

Añadió que también corre riesgo la siembra de invierno, tanto de soya como de maíz, trigo, sorgo y girasol, porque el productor estará descapitalizado. Es por eso, dijo, que la solución es que el Gobierno deje de restringir la exportación y autorice la exportación libre.

 

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