Fuente: Perú21
Odebrecht venderá su participación en el Gaseoducto Sur Peruano. (Difusión) Odebrecht venderá su participación en el Gaseoducto Sur Peruano.
La empresa brasileña Odebrecht informó que venderá el 100% de la participación que tiene en el Gaseoducto Sur Peruano, cuando la firma enfrenta un escándalo de corrupción en su país, que envuelve a políticos y empresas constructoras.
“Odebrecht Latinvest – brazo de inversiones de la brasileña en América Latina – está vendiendo el 100% de sus acciones en la concesión del GSP (Gasoducto Sur Peruano). Ya hicimos el mandato a los bancos para que procedan”, dijo a la agencia AFP un portavoz de la firma.
[Juan Pari, presidente de Comisión Lava Jato: “Los sobornos fueron a nivel de presidentes”]
Según el diario Gestión, la compañía venderá su paquete accionario – que equivale al 55% del total – a sus socios: la española Enagas y la peruana Graña y Montero, aunque la operación aún no tiene fecha. Hasta el momento, la europea tiene un 25% de la participación en el consorcio y la peruana un 20%.
Hace unas semanas Enagas asumió la gerencia general del proyecto, en reemplazo de Odebrecht, “con la finalidad de salvaguardar al Gasoducto Sur Peruano de cualquier impacto reputacional ajeno al proyecto”, según dijo en ese momento la firma brasileña en un comunicado.
El proyecto está evaluado en al menos US$5.000 millones y es el mayor del rubro en el país. Consiste en la construcción de un gasoducto desde la reserva de Camisea en el Cusco (sureste) hacia la costa del Pacífico, en un trayecto de 1.134 kilómetros.
[Odebrecht donó dinero a más de 200 políticos, según juez Sergio Moro]
El Gasoducto Sur Peruano requiere de un financiamiento de unos US$4.200 millones a cargo de un conjunto de 15 bancos. El préstamo, que debía salir a fines del año pasado, se ha retrasado en medio de las noticias desfavorables para la empresa, cuyo expresidente Marcelo Odebrecht, ha sido condenado en Brasil a casi 20 años de prisión por corrupción.
La firma informó en Brasil que planea vender activos por unos US$3.300 millones, en momentos en que la empresa enfrenta una crisis vinculada al caso ‘Lava Jato’, que consistió en el pago de sobornos de parte de empresas constructoras a políticos de distintos partidos brasileños y funcionarios de la estatal Petrobras, a cambio de contratos.