Las improcedencias de algunos argumentos a los cuales se aferran los sectores interesados en mantener el monopolio son fácilmente demostrables:
Fuente: ABC
  
La reforma del sector eléctrico paraguayo está intencionalmente obstaculizada en materia regulativa por varios sectores de presión, algunos para continuar medrando, otros para obtener financiamiento para campañas políticas, mantener clientela y supernumerarios (contratados sin concurso público), mientras otros mantienen el statu quo de buena fe, con la falsa creencia de que la liberalización del mercado eléctrico nos conducirá al caos. El único perdidoso en este anticonstitucional y monopólico escenario prehistórico es el USUARIO del servicio eléctrico, quien debe abonar mensualmente un sobreprecio en el monto de sus facturas debido a servicios deficitarios, las vergonzosas pérdidas eléctricas, la pobre gestión empresarial y, además, le privan de disponer de una INSTITUCIÓN REGULADORA a la cual recurrir para que lo defienda de las arbitrariedades del monopolista eléctrico. Las improcedencias de algunos argumentos a los cuales se aferran los sectores interesados en mantener el monopolio son fácilmente demostrables:
 
Esfuerzos para la reducción de las pérdidas eléctricas
 
En el área de distribución, las pérdidas de energía por parte de la ANDE correspondientes al año 2003 fueron del 20%, y una década después –año 2013– las pérdidas seguían en 20%. Actualmente seguimos en el mismo orden de pérdidas. NO se observa esfuerzo institucional para disminuir substancialmente este derroche energético por la sencilla razón de que esta ineficiencia la paga el USUARIO. Si hubiere una Ley Eléctrica contemplando una INSTITUCIONALIDAD INDEPENDIENTE solo serían aceptables aquellas pérdidas técnicas RECONOCIDAS, y el resto de las pérdidas serán costos de la empresa NO TRANSFERIBLES a la tarifa, con lo cual lo pagarían los accionistas de sus bolsillos.
 
Indicadores de productividad
 
Frecuentemente se publicitan orgullosamente las mejoras de los indicadores comparándose interanualmente la ANDE vs. ANDE, siendo que lo correcto es comparar dichos indicadores de productividad con los de otras distribuidoras de la región. Adjuntamos una tabla donde se observan los principales indicadores de las distribuidoras regionales y la magra situación de la estatal eléctrica local. Este resultado es una tendencia natural, que ocurre cuando no hay incentivos de reducción de costos.
 
El aporte gubernamental
 
El Estado paraguayo se apropia anualmente de un monto aproximado de US$ 20.000.000 de las arcas de la estatal eléctrica. La parte que no se menciona es que el Estado paraguayo SUBSIDIA a la estatal con US$ 40.000.000 anuales en concepto de Rendimiento por Capital integrado y Resarcimiento por Administración a través de la Itaipú, cuyo copropietario es el Estado paraguayo y no la ANDE, quien es socia “indicada” por Paraguay, pudiendo ser cualquier otra entidad estatal la beneficiada. Consecuentemente, el ente eléctrico, sin haber puesto un solo centavo en Itaipú, recibe un SUBSIDIO ANUAL NETO del Estado paraguayo de 20.000.000 de dólares, representando un total de aproximadamente US$ 125.000.000 en los siete últimos años, ya descontado el aporte gubernamental. El mencionado aporte arbitrario como el citado SUBSIDIO financiero, son señales distorsionantes del mercado eléctrico local y regional, dado que el ente eléctrico debe procurarse todos sus fondos, con sus tarifas cubriendo sus costos e inversiones como lo hacen todas las empresas en cualquier mercado liberalizado. La Argentina gerenciaba estos mismos fondos en Yacyretá a través de la Subsecretaría de Planificación Federal, Inversión y Servicios (MPFIP y S).
 
Energía subsidiada a distribuidoras locales
 
Esta carta de naipes es exhibida recurrente y convenientemente para explicar el desbarajuste financiero, justificando las falencias técnicas y administrativas del ente pretendiendo desviar la atención del público endilgando hacia otros los propios males. Sutilmente obvian mencionar que dichas tarifas fueron estudiadas, analizadas y propuestas por funcionarios de la propia ANDE. El costo de generación de energía en el 2004/2005 osciló entre 87 y 112 G/KWh (Memoria y Balance ANDE) más costos de transmisión, y las autoridades de la estatal propusieron venderla por 57 G/KWh (66 kV) en su pliego N° 20 de mayo del 2005. Nadie debería apelar a su propia torpeza para justificar lo injustificable. Nuestros representantes ante el Congreso no pueden mantener indefinidamente en el olvido al USUARIO del servicio eléctrico, privándole de herramientas legales y la INSTITUCIONALIDAD REGULATIVA que proteja su economía, canalice sus quejas, dirima sus conflictos y, a la vez, fomente las inversiones públicas y privadas en un marco de libre competencia en este sector tan complicado de gestionar.
 
* Autor de la tesis: “Esquemas Regulativos en Distribución Eléctrica” – UNA, Paraguay.