Fuente: El Tribuno de Salta
El próximo lunes 21, la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) de Bolivia y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), de la Argentina, negociarán un acuerdo para la compra de energía eléctrica al vecino país.
Es la continuidad del encuentro realizado el pasado 3 de marzo entre el ministro de Energía y Minería argentino, Juan José Aranguren, con el ministro de Hidrocarburos boliviano, Luis Alberto Sánchez, para acordar volúmenes, construcción de la línea de transmisión eléctrica y los precios.
Bolivia prevé que, en un período de dos años, podrá exportar hacia nuestro país hasta 700 megavatios y, según informó Sánchez, "la Argentina quiere una línea de interconexión hasta Tartagal y, para ello, Bolivia estaría en condiciones de construirla en dos años. En ese período podríamos entregar 700 megavatios".
La primera reunión binacional se había realizado el pasado 20 de octubre para avanzar en un contrato de exportación de energía eléctrica. A este primer encuentro le siguió otro con las actuales autoridades nacionales argentinas, entre ellos el presidente de Enarsa, Hugo Balboa, realizada en Santa Cruz de la Sierra, para avanzar con las negociaciones para la integración energética binacional.
En la actualidad hay 160 MW disponibles de la Termoeléctrica del Sur, ubicada en el municipio de Yacuiba e inaugurada el 27 de septiembre de 2014. En la primera fase la planta genera esos volúmenes, pero Yacuiba y las localidades aledañas consumen solo un 30% de esa energía.
Como corolario de estos encuentros, el ministro Aranguren presentará el próximo lunes su contraoferta a la propuesta de exportación de energía eléctrica que hizo el país hermano. Eduardo Paz, presidente de ENDE, precisó que "Bolivia puede entregar al mercado argentino unos 160 MW de manera inmediata".
Solución para el norte
El intendente de Tartagal, Sergio Leavy, participó de la inauguración de los dos megaproyectos que Bolivia concretó a pocos kilómetros de la frontera, es decir la Termoeléctrica del Sur y la planta de tratamiento de gas Gran Chaco. Junto con Aguaray, impulsa desde hace varios años la integración de ambas regiones mediante la compra de energía eléctrica a Bolivia que abastezca el norte argentino. Es el caso del Valle de Acambuco, una de las zonas que más gas le aportó a la Argentina y particularmente a la provincia de Salta, el objetivo está en que pueda contar con electricidad ya que sus pobladores solo tienen paneles solares colocados hace unos pocos años.
Menos de 300 metros separan el territorio que cuenta con electricidad (Bolivia) del que carece de ese servicio (Argentina).
Leavy considera que comprarle energía eléctrica a Bolivia garantizaría una continuidad en el servicio del que hoy adolece prácticamente todo el departamento San Martín y que, ante el mínimo inconveniente, se queda sin electricidad. "Un acuerdo entre los dos países sería la solución definitiva para el norte, que no puede proyectar nada en cuanto a desarrollo o industrialización si no cuenta con energía eléctrica en forma constante y segura. En una primera etapa Bolivia puede vender 160 MW, pero cuando se inauguró la planta de Yacuiba los técnicos de ENDE nos explicaron que la intención es llegar con el interconectado hasta la localidad de Pichanal. A Bolivia no le interesa proveer energía para el departamento San Martín solamente porque los volúmenes que pueden producir son muy grandes y superan ampliamente al norte de Salta".
El intendente consideró que "los inconvenientes que tenemos todas las localidades que estamos al norte de Pichanal es que no contamos con los anillos del interconectado, sino que dependemos de la línea que viene paralela a la ruta nacional 34 desde la provincia de Jujuy. Si hay problemas en cualquiera de esos tramos o mucha demanda, como sucede en el verano norteño, nos quedamos sin energía".
Leavy recordó que "semanas anteriores ya visitaron las instalaciones de Edesa varios ingenieros y técnicos bolivianos y recorrieron todas las líneas de media y alta tensión. Con los 30 MW que actualmente genera la planta Piquirenda, pero fundamentalmente con lo que ingrese de Bolivia, no tendremos más problemas de electricidad y con eso se pueden concretar proyectos de industrialización, ya que la gran desventaja que siempre hemos tenido ha sido la falta de electricidad. Para los norteños esto tiene que ser una gran noticia", consideró.