El vicepresidente Álvaro García Linera anunció ayer que en los próximos tres años Bolivia continuará incrementando la deuda externa del 17% hasta un 25 y 28% del Producto Interno Bruto (PIB), para canalizar inversión en infraestructura caminera y sectores productivos.
Fuente: JORNADA

"Vamos a seguir endeudándonos... pero con una característica: la deuda es de carácter soberano y no somete las políticas públicas a los interés externos", indicó en una conferencia de prensa donde no precisó cuánto paga Bolivia por el servicio de la deuda externa. En octubre del año pasado, García señaló que la deuda externa se ubicaba 6 mil millones de dólares, equivalente al 17% del PIB.

Este lunes explicó que con el crédito chino de 7 mil millones de dólares, más el crecimiento de la economía nacional en ese periodo, la cifra de endeudamiento llegará a ese 28% en tres años. Aclaró que, a diferencia de antes, los nuevos créditos no vienen condicionados a la privatización, austeridad fiscal, incremento de impuestos o bajos salarios.

"Nosotros no vamos a privatizar nada, jamás, preferimos morirnos como personas, antes de privatizar algo que es público", puntualizó. García Linera formuló esos comentarios a propósito de las críticas a la contratación de créditos de China y Rusia, a los cuales calificó como parte de una "guerra orquestada" desde los Estados Unidos, porque la presencia de ambos países en Bolivia es un obstáculo a las políticas de dominación geopolítica hacia los países de América Latina.

Explicó que los créditos serán utilizados en la construcción de carreteras, puentes, túneles para integrar oriente y occidente, norte y sur, y permitirá la construcción del ferrocarril urbano de Santa Cruz. Admitió que el crédito chino viene atado a la contratación de una empresa de ese país, pero en la ejecución de la nueva cartera de 7 mil millones de dólares la cuestionada empresa china CAMC no participará, al menos en los próximos tres a cuatro años.

"Estamos diversificando las fuentes de financiamiento, no vamos a depender nunca más de un solo país y mucho menos de Estados Unidos, porque conocemos que esa dependencia nos lleva a políticas de imposición, de sometimiento.

Si EEUU quiere dar crédito bienvenido, pero respetando nuestra soberanía y sin intromisión en asuntos políticos internos", aseguró el vicepresidente. Admitió que la decisión boliviana de buscar distintas fuentes de crédito, generó molestia y problemas a ciertos países y por ello, dijo que existe una campaña sistemática contra el crédito de China y Rusia y no descartó que en próximos días, salgan observaciones contra Rusia por financiar la construcción del Centro Nuclear en El Alto. "Están celosos. Inquieta en términos económicos y geográficos a otros países.

En el continente EEUU no ve de buen agrado que China y Rusia tengan presencia económica en América Latina, porque estorba con sus pretensiones de dominación geopolítica, incluido Bolivia", complementó. En ese sentido, aseguró que en el caso boliviano, el crédito chino será utilizado para construir carreteras y mantener el liderazgo del crecimiento económico de América Latina, al margen de cualquier tendencia mundial de disputa bipolar.