Fuente. JORNADA
El mandatario firmó la norma en un acto al que asistieron los máximos representantes de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia y de la Central Obrera Boliviana (COB). La ley fija una inversión estatal de 48.574 millones de dólares hasta el 2020, pero Morales expresó en su discurso su seguridad de que la cifra pasará de los 50.000 millones de dólares.
El mandatario destacó la importancia para la soberanía económica y política de que el Estado planifique su propio desarrollo, al contrario de lo que sucedía antes, según dijo, cuando los organismos financieros internacionales intervenían en ese trabajo. Con las nacionalizaciones decretadas por Morales desde el 2006, el Estado controla todos los sectores económicos estratégicos. Asimismo, pidió que si el Estado tiene previsto invertir en el siguiente quinquenio unos 50.000 millones de dólares, los empresarios inviertan entre 15.000 y 25.000 millones de dólares.
Dijo que la suma de la inversión estatal y la privada es "la esperanza" del país, que tiene diez millones de habitantes y un Producto Interior Bruto (PIB) de 34.000 millones de dólares. El ministro de Planificación, René Orellana, señaló que el plan busca un crecimiento de al menos un 5 % anual, pese al complicado escenario internacional debido a la baja de los precios de las materias primas que produce Bolivia, en particular el gas natural. El PIB esperado para el 2020 es de 57.000 millones de dólares. Orellana subrayó que la ley establece que todas las acciones de organismos del Estado nacionales, regionales o locales y las entidades privadas, sin importar su tamaño, deben alinearse en función del plan de desarrollo aprobado. Destacó la necesidad de promover la inversión privada nacional y la extranjera directa, pero siempre bajo la premisa de que se buscan socios, no patrones.
La inversión pública es y seguirá siendo el motor poderoso que hace que nuestro país se desarrolle. Durante los próximos años, esperamos crecer al menos un promedio de cinco por ciento, pese a un posible escenario internacional complicado, aseguró. El plan presentado responde a nuestra agenda patriótica, una estrategia general a largo plazo que establece los grandes objetivos hacia 2025, los cuales son ambiciosos, pero los lograremos al paso seguro que estamos marchando, afirmó.
El presidente Morales cumplirá su tercer mandato consecutivo el 22 de enero de 2020 y no podrá presentarse a las elecciones en el 2019 en busca de un cuarto, toda vez que la mayoría de los bolivianos vetó esa posibilidad en febrero pasado, a través de un referendo constitucional.
El mandatario firmó la norma en un acto al que asistieron los máximos representantes de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia y de la Central Obrera Boliviana (COB). La ley fija una inversión estatal de 48.574 millones de dólares hasta el 2020, pero Morales expresó en su discurso su seguridad de que la cifra pasará de los 50.000 millones de dólares.
El mandatario destacó la importancia para la soberanía económica y política de que el Estado planifique su propio desarrollo, al contrario de lo que sucedía antes, según dijo, cuando los organismos financieros internacionales intervenían en ese trabajo. Con las nacionalizaciones decretadas por Morales desde el 2006, el Estado controla todos los sectores económicos estratégicos. Asimismo, pidió que si el Estado tiene previsto invertir en el siguiente quinquenio unos 50.000 millones de dólares, los empresarios inviertan entre 15.000 y 25.000 millones de dólares.
Dijo que la suma de la inversión estatal y la privada es "la esperanza" del país, que tiene diez millones de habitantes y un Producto Interior Bruto (PIB) de 34.000 millones de dólares. El ministro de Planificación, René Orellana, señaló que el plan busca un crecimiento de al menos un 5 % anual, pese al complicado escenario internacional debido a la baja de los precios de las materias primas que produce Bolivia, en particular el gas natural. El PIB esperado para el 2020 es de 57.000 millones de dólares. Orellana subrayó que la ley establece que todas las acciones de organismos del Estado nacionales, regionales o locales y las entidades privadas, sin importar su tamaño, deben alinearse en función del plan de desarrollo aprobado. Destacó la necesidad de promover la inversión privada nacional y la extranjera directa, pero siempre bajo la premisa de que se buscan socios, no patrones.
La inversión pública es y seguirá siendo el motor poderoso que hace que nuestro país se desarrolle. Durante los próximos años, esperamos crecer al menos un promedio de cinco por ciento, pese a un posible escenario internacional complicado, aseguró. El plan presentado responde a nuestra agenda patriótica, una estrategia general a largo plazo que establece los grandes objetivos hacia 2025, los cuales son ambiciosos, pero los lograremos al paso seguro que estamos marchando, afirmó.
El presidente Morales cumplirá su tercer mandato consecutivo el 22 de enero de 2020 y no podrá presentarse a las elecciones en el 2019 en busca de un cuarto, toda vez que la mayoría de los bolivianos vetó esa posibilidad en febrero pasado, a través de un referendo constitucional.