Fuente: La Mañana de Neuquén
Estalló la crisis petrolera y el frágil tratado de paz firmado hace un mes comenzó a resquebrajarse en los últimos días por fuertes pujas económicas, políticas y gremiales que tienen a YPF en el centro de la tormenta y a Miguel Galuccio como el solitario capitán del barco que mueve el motor de la economía neuquina.
Mañana habrá una reunión clave en Buenos Aires entre los gobiernos nacional y provincial, la petrolera y los dirigentes gremiales para pulir las asperezas del plan de ajuste. El gobernador Omar Gutiérrez anticipó que espera avances para complementar la caída del crudo con un mejor precio del gas, pero aclaró que esto sólo beneficiará a Neuquén si esos mayores recursos se vuelcan a las pymes locales y a reactivar los equipos parados. Gutiérrez dijo que confía en conseguir "un plan integral" para sostener la actividad hidrocarburífera, aunque necesitará de la colaboración del CEO de YPF para que ese logro se traslade a la cuenca neuquina.
"Si va a haber un aumento del valor del precio de gas en boca de pozo para la molécula de gas viejo, quiero gestionar en simultáneo, como contrapartida, que haya un compromiso de YPF de levantar parte de los 32 equipos que están a la baja", apuntó.
Desde la petrolera nacional manejan otros números. Aseguran que son 21 los equipos (11 de perforación y 10 de work over) que están frenados desde diciembre, y que comprenden a unos 1000 trabajadores que entran en el esquema de suspensiones rotativas que prevé el acuerdo por el procedimiento preventivo de crisis (PPC) que se firmó a principios de febrero.
El gobernador explicó que si la empresa estatal logra "un compromiso del gobierno nacional de saldar la deuda por el subsidio de los 7,50 (pesos por el gas nuevo) que se mantiene desde abril del año pasado, así sea en efectivo o en un bono como se está hablando, que lo que se cobre se vuelque a dotar de oxígeno financiero y económico a las pymes".
Fuego cruzado
La semana pasada Galuccio reclamó a Nación la deuda que asciende a unos 1300 millones de dólares. Lo hizo al salir a hablar luego de quedar en medio de una balacera de acusaciones de figuras del gobierno nacional y del ámbito político neuquino. El primero en dispararle fue el ministro de Energía, Juan José Aranguren, quien durante una reunión con el bloque de Cambiemos en el Senado hizo especial hincapié en el endeudamiento de la petrolera, dichos que fueron replicados por Federico Pinedo mediante Twitter. La compañía respondió que su ratio de endeudamiento es bastante más inferior que el de las principales petroleras de la región, y destacó que en 2015 incrementó sus inversiones cuando el grueso de las empresas del sector las redujo a nivel mundial por el derrumbe del barril.
A la embestida de Aranguren, que mantiene una gélida relación con Galuccio, se sumó el secretario general de los Petroleros Privados y senador nacional, Guillermo Pereyra, quien salió a denunciar un supuesto plan de YPF para despedir a 2000 trabajadores y la paralización de 56 equipos, cifras desmentidas categóricamente por la empresa.
El líder gremial sumó como aliado a Gutiérrez, quien le abrió la Casa de Gobierno para una reunión con las pymes petroleras afectadas por el ajuste de YPF.
La maniobra del sindicalista y el respaldo del gobernador sorprendió a todas las esferas de la compañía, porque no se la vieron venir en las cerca de 40 reuniones que hubo en el último mes. Pereyra también debe capear la tormenta interna tanto de las bases -fuertemente afectadas por el impuesto a las ganancias y la caída de la actividad- como en la conducción de las riendas del sindicato tras su truncada decisión de abandonar la secretaría gremial.
Desde YPF destacaron que el PPC fue pedido por las empresas de servicio que se ven afectadas por la baja de equipos y que el régimen rotativo de suspensiones fue propuesto por el gremio. Además destacaron que tanto Gutiérrez como Pereyra, Manuel Arévalo (Jerárquicos) y la Nación conocían el plan de reducir un 25% sus inversiones en la cuenca durante 2016.
Son tiempos de austeridad. Tanto que en medio de las críticas, YPF levantó su presencia de la carrera del TC que se disputó este fin de semana en el autódromo de Centenario. Se terminó la era del barril de petróleo caro, se empieza a desinflar el boom de Vaca Muerta, y con él se termina el negocio para cientos de empresas que florecieron con la revolución del shale.
YPF busca de forma desesperada bajar sus costos. "Hace un año que estamos pidiendo a los sindicatos y empresas de servicio que nos acompañen con esa tarea", explicó a este diario Jesús Grande, vicepresidente ejecutivo de Upstream de la empresa nacional. No hubo grandes avances en ese sentido y durante 2015 la utilidad operativa se redujo en un cuarto, y por lo tanto hoy tiene menos caja para invertir.
Para la empresa, el objetivo del preventivo de crisis es negociar durante 90 días los mecanismos para bajar un 25% los costos y de esa forma mantener los niveles de actividad. "Es decir que si en vez de costarme 10 millones de dólares un pozo, costara 7,5 millones, yo podría hacer la misma cantidad de pozos. Ese es el gran desafío de la industria, poder acomodar los costos de manera que podamos ser sustentables con los bajos precios del petróleo", explicó Grande. Sin embargo, Pereyra y Gutiérrez salieron en defensa de las empresas locales afectadas por el ajuste. "Las pymes están teniendo una deuda importante con la obra social que conduce Guillermo Pereyra; entonces, es un círculo", comentó ayer el gobernador. Y agregó que la salida a la crisis se logra si se juega en equipo: "Con lo cual la solución a la que vayamos arribando tiene que estar articulada para generar un efecto multiplicador".
Reiteró que está "en la recta final" para llegar a 5 dólares el millón de BTU para la molécula de gas viejo en boca de pozo y, a partir de ahí, habrá un abanico de precios según el consumo: GNC, domiciliario, industrial o comercial.
En cuanto al crudo, dijo que el precio internacional "está aumentando" y, si se suma el costo de transporte, se llega a 50 dólares el barril. "Entonces, no estamos tan lejos del precio al cual está siendo subsidiada la actividad", remarcó.
Si bien el ajuste llega a toda la industria, los proyectos de petróleo no convencional serán los más afectados. YPF bajará las inversiones en la provincia de los 3000 millones de 2015 a unos 2200 este año. El proyecto más afectado será el de Loma Campana, el principal desarrollo de Vaca Muerta. A fines de 2016 tenía 10 equipos de perforación y hoy quedan 6. En 2014, en pleno apogeo del desarrollo del bloque, registró un pico de 19 equipos. Este año, con Chevron, planean realizar 60 pozos horizontales. No harán más perforaciones verticales por su baja productividad. Varios de esas plataformas perforadoras se trasladaron a segmentos más prometedores del negocio como el shale gas y el tight gas, a los bloques El Orejano y Rincón del Mangrullo.
Grande confirmó que no se afectará las inversiones gasíferas. Se espera que en breve la Casa Rosada anuncie los nuevos precios en boca de pozo.
Para la empresa, en plena crisis internacional del crudo, la clave pasa por "vivir con lo nuestro" y hacer que la actividad sea rentable con un barril a 67 dólares. Para ello, busca desmontar negocios que ya no se pueden sostener y prácticas laborales que encarecen las operaciones. Los planteles sobredimensionados en yacimientos que están en decadencia son otro punto de discusión. La pirotecnia mediática de los últimos días está atravesada por el futuro de la conducción de YPF. Galuccio tiene a Pereyra de la vereda de enfrente, a Gutiérrez marcándole la cancha y al kirchnerismo indiferente, mientras es resistido por Aranguren. Sólo la confianza de Macri lo podrá sostener luego de la asamblea de accionistas de abril.
En las próximas horas se verá cara a cara con el ministro de Energía, mientras en otra ala de Cambiemos ya le buscan reemplazante. Anoche, al cierre de esta edición, había una fuerte versión no confirmada oficialmente por YPF sobre el alejamiento de Galuccio