La administración de Mauricio Macri quiere relanzar la gestión de la petrolera estatal con una nueva conducción. Miguel Galuccio, ungido por Cristina Kirchner en mayo de 2012 después de que el Congreso aprobara la nacionalización de la compañía, ya tiene fecha de salida.
Fuente: El Cronista

El 30 de abril se reunirá la asamblea de accionistas, fecha en la que la Casa Rosada espera tener definido un nuevo esquema de gobierno para la empresa, y los nombres de sus futuros responsables. Galuccio asumió un doble rol en YPF: fue nombrado como presidente del directorio y también como director ejecutivo. El Gobierno ya le había notificado al ingeniero entrerriano que debía dejar por lo menos el primero de los roles. Los desacuerdos se profundizaron y el plan de recambio fue más a fondo. Anoche lo daban por renunciado. Hay dos candidatos en vista para hacerse cargo de la petrolera. Ambos provienen del sector privado. El primero es Miguel Angel Gutiérrez, un ex JPMorgan que fue director de Telefónica de Argentina y titular de la empresa concesionaria de la Autopista de Oeste. El Ejecutivo ya lo había sumado al directorio en diciembre pasado, junto a otros leales como el abogado Fabio Rodríguez Simón, y la intención oficial es que sea su nuevo titular.

El otro nombre que empezó a rodar, apuntando a la gerencia general, es el de Javier Rielo, quien desde 1998 se desempeñó en la filial local de la francesa Total. Su reciente desvinculación es un signo de que ya tiene otro destino. Galuccio nunca tuvo buena relación con el ministro Juan José Aranguren. Si acompañó el arranque de la era Macri, fue porque se priorizó no crear un conflicto en los primeros semanas de gestión. En las semanas que quedan hasta la asamblea, el deseo gubernamental es instrumentar una transición ordenada. YPF vio recortadas casi 50% sus ganancias, y ya proyecta bajar 25% su inversión. No será un objetivo fácil de alcanzar.