Varios organismos internacionales instaron ayer a Bolivia a hacer una mayor inversión estatal para estimular el crecimiento y a diversificar su producción para enfrentar la merma de los ingresos provenientes de la exportación de las materias primas, en particular del gas natural.
Fuente: JORNADA

La economía boliviana fue analizada por el presidente del país, Evo Morales, y representantes del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco de Desarrollo de América Latina - CAF y la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Al término de la cita, el ministro de Planificación, René Orellana, dijo a los medios que todas las instituciones destacaron "la fortaleza" de la economía del país, pero también hicieron recomendaciones para mantener el crecimiento.

"Todos ellos nos han recomendado invertir, continuar motorizando (impulsando) el crecimiento de la economía con la inversión pública, fortalecer la inversión privada, articularnos a cadenas productivas, que es algo que ya estamos haciendo", dijo Orellana.

Para este año, el Gobierno de Morales prevé una inversión estatal de al menos 8.200 millones de dólares, aunque también analiza la posibilidad de incrementar esa suma en otros 1.000 millones. Según Orellana, también se trabaja para atraer más inversión extranjera directa para que se indicador alcance en 2020 a un 8 % del producto interior bruto (PIB). El PIB boliviano ronda hoy los 34.000 millones de dólares.

La inversión pública busca una inyección de recursos en la economía del país ante la disminución de los ingresos provenientes de las exportaciones de materias primas como el gas natural. Bolivia creció un 5,5 % en 2014 y aunque aún no hay cifras oficiales sobre el crecimiento en 2015, las autoridades expresaron varias veces su confianza en que la cifra cerró en un 5 %. No obstante, la economía ha comenzado a sentir los efectos de la drástica baja del precios del barril de petróleo, a los que está indexado el coste del gas que Bolivia exporta a Brasil y Argentina. A fines de 2015, el valor de todas las exportaciones bolivianas ya registró una caída de 31,6 %, lo que provocó un déficit comercial de 773,8 millones de dólares, el primero después de doce años de tener una balanza comercial con saldos positivos.

La venta de hidrocarburos, que significó el 44,6 % del total exportado, cayó un 39,8 %, de 6.596,4 millones de dólares en 2014 a 3.973,9 millones el año pasado, según datos oficiales. Además, los organismos plantearon a Bolivia la necesidad de diversificar su producción, ya que sus exportaciones de minerales y gas natural representan alrededor del 80 % del total, lo que expone a su economía a las variaciones de los mercados de materias primas. Los expertos también recomendaron avanzar en la industrialización del país, un desafío que Morales aún no ha logrado concretar tras diez años de Gobierno.

La oposición ha expresado varias veces su escepticismo sobre la posibilidad de concretar los proyectos de petroquímica, producción de baterías de litio y de acero, ya que el Estado tiene hoy menos ingresos que antes debido al derrumbe de los precios del gas. Sobre el apoyo financiero que busca el país, Orellana destacó que el Banco Mundial tiene una cartera de créditos para Bolivia al 2020 de unos 1.000 millones de dólares y anunció que se buscará más financiación en otras entidades de países asiáticos y europeos.

Según el ministro, la reunión fue un aprendizaje y un diálogo mutuo sobre como se está conduciendo Bolivia en el actual contexto. Uno de las recomendaciones que Bolivia rechazó fue la de trabajar en la flexibilización laboral planteada en la reunión. "Algunos de los bancos nos han dicho: hay que trabajar en la flexibilización laboral, (pero) Bolivia no está en esa línea. Bolivia fortalece, respeta y protege a los trabajadores", afirmó. Enfatizó que Bolivia tiene una agenda social importante para erradicar la pobreza, por lo que no volverá a "viejas recetas" que se aplicaban en el país y que aumentaban el número de pobres. Según datos oficiales, la pobreza extrema en el país estaba en un 38 por ciento en 2005 y actualmente se sitúa en el 18 por ciento.

El director del Banco Mundial para los países andinos, Alberto Rodríguez, señaló que "hubo una conversación muy franca" en la que los expertos expusieron a Morales lo que están haciendo otros países para enfrentar el nuevo contexto económico global. Según Rodríguez, "más que una discusión sobre qué hacer", la reunión apuntó a "contar qué están haciendo otros países para que las autoridades bolivianas observen esas lecciones".