Los proyectos de electricidad definitivamente están apabullando a los demás sectores productivos, entre ellos el que tradicionalmente encabezaba los rankings, el minero.
Fuente: La Segunda  

Durante los dos primeros meses del año, los proyectos de energía predominaron con creces entre aquellos que ingresaron a tramitación en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA). Entre enero y febrero ingresaron al SEIA 101 iniciativas por un monto de US$ 10.659 millones. De ese total, 44 proyectos corresponden al sector energía, equivalente a US$10.036 millones.

Mucho más atrás aparece el sector minero, con 14 proyectos cifrados en US$ 177 millones, siendo la gran mayoría de estos ingresos adecuaciones menores de producción. En términos gruesos, esto significa que la inversión prevista en energía es casi 60 veces más grande que la esperada en minería. “Se ha notado la caída de minería en los últimos trimestres en desmedro de energía, principalmente derivado de la caída de los commodities. Ahora energía es el número uno en proyectos, actualmente no sólo tenemos US$ 13 mil millones en proyectos en construcción, sino que además tenemos un tubo de iniciativas en trámite ambiental presentados al SEIA. Eso habla de mayor certidumbre”, explica el ministro de Energía, Máximo Pacheco.

¿Por qué tanto proyecto?

De las inversiones que ingresaron a tramitación la primera parte del año, las energías renovables no convencionales (ERNC) fueron las que se dispararon en la plataforma, con el 95% de los proyectos. Fotoelectricidad El Loa, de Andes Green Energy, por US$ 6.500 millones, es la inversión de mayor cuantía que entró al sistema. El Parque Solar Fotovoltaico Sol de Tarapacá, por US$ 305 millones, es otro proyecto de estas características que pretende emplazarse en la comuna de Pozo Almonte. También se encuentra en evaluación la Planta Solar CEME1, con un desembolso estimado de US$ 608 millones y que espera levantarse en la comuna de María Elena. De los proyectos convencionales que entraron a evaluación, el más destacado es la expansión del terminal GNL de Mejillones, avaluado en US$ 40 millones. Según el director de Acera, Carlos Finat, gremio que reúne a las eléctricas renovables, hay varios factores que explican un eventual boom de este tipo de energías. “Hay varios factores concurrentes: primeramente, el costo de las ERNC ha continuado a la baja y desde hace unos años ya es claramente competitivo con las fuentes de generación convencional. La modificación de la ley de licitaciones para distribuidoras también ha sido gravitante para atraer el interés de inversionistas ERNC”, sostiene.

¿Proyectos se realizarán?

Tanto Finat como Pacheco apostaron a que estos proyectos ERNC se llevarán a cabo, pese a que algunos participantes del mercado eléctrico sostienen que muchos de ellos podrían tratarse de iniciativas “fantasmas”, que se presentan a trámite ambiental, especulan con sus licencias, pero no tienen factibilidad real. “El mercado es sumamente competitivo. Y confiamos en su desarrollo. Eso ya lo hemos visto”, afirma Pacheco. El director de Acera admitió, sin embargo, que “la aprobación ambiental de un proyecto no da garantías en cuanto a la calidad del recurso ERNC con que éste cuenta o a su viabilidad económica”, por lo que no se puede desechar de plano la posibilidad de que existan proyectos “fantasmas”. “Es algo que no se puede descartar, aunque probablemente son los menos. Basta ver la cantidad de proyectos ERNC construidos y en construcción”, apunta Finat.