Fuente: El Inversor
Al igual que el año pasado, Galuccio fue uno de los oradores del encuentro con el objetivo de posicionar a la Argentina en la agenda de los inversores en la meca internacional del petróleo. De hecho, el MOU firmado en enero con el fondo American Energy Partners (AELP) para desembolsar casi US$ 500 millones en un área sobre Vaca Muerta empezó a gestarse en Houston, la anterior edición del Cera Week. Claro que no es un año más para la industria hidrocarburífera: con el precio del WTI –el valor de referencia en EE.UU.- apenas por encima de los 30 dólares, las petroleras enfrentan la peor crisis desde fines de los ’90. El epicentro del derrumbe de la actividad está en Norteamérica, donde los productores retiraron casi un 50% de los equipos de perforación con relación a los que tenían operativos hasta fines de 2014.
Sólo en EE.UU., el sector perdió más de 300.000 puestos de trabajo en los últimos 18 meses. Galuccio parte de esa complejidad extrema, pero confía en las oportunidades que ofrece la geología argentina para captar el interés del mercado internacional. “Creemos que el gas es una oportunidad para invertir en nuestro país. YPF en los últimos tres años tuvo un performance excepcional en el desarrollo de gas con un crecimiento del 32%. Esto es conocido aquí en los Estados Unidos y genera mucho entusiasmo, ya que es un gas rico en NGL, lo que hace que genere mucho valor a la industria petroquímica”, señaló en diálogo telefónico a El Inversor Online. El ingeniero entrerriano puso el foco en el potencial del tight gas, tal como se conoce en la jerga petrolera al gas proveniente de arenas compactas (tight sands), y también en el shale gas de Vaca Muerta. “Hoy por hoy, cuando uno mira la base de recursos de YPF, el futuro es tight y shale gas, que ya representan un 12% de nuestra producción. Creemos que ese porcentaje puede llegar a ser mucho mayor”, destacó.
El Gobierno ya tiene definido un aumento del precio del gas en boca de pozo. La suba del valor que reciben los productores estará en torno al 30% -se anunciará en marzo o abril- y funcionará como un espaldarazo para la inversión en campos gasíferos, en especial para los proyectos no convencionales de tight y shale gas. La intención del ejecutivo es consolidar el precio interno del gas en torno a los US$ 5 por millón de BTU, casi tres veces más que la referencia de EE.UU. (Henry Hubb), que cotiza por debajo de los 1,80 dólares. También juega a favor de la Argentina la apertura del cepo cambiario y la unificación del tipo de cambio. “La eficiencia del desarrollo no convencional está en función de la escala, la tecnología, la eficiencia laboral, y la etapa en la curva de aprendizaje en la que se encuentra cada desarrollo. Hemos sido exitosos en atraer inversores, pero necesitamos más para generar una verdadera economía de escala y acelerar la curva de aprendizaje, con operadores que tienen una experiencia probada en los Estados Unidos”,repasó Galuccio, que mantuvo reuniones con los titulares de otras petroleras de EE.UU., Europa y América latina.
“El contexto actual de la industria nos pone, a su vez, frente a un desafío pero también un oportunidad, para cambiar la forma de trabajar en la búsqueda de una mayor eficiencia laboral”, resaltó. El CEO de YPF enumeró los desafíos que enfrentan la petrolera y la industria en general para aumentar la competitividad de la explotación local de hidrocarburos. “Tecnológicamente debemos seguir avanzando. Apuntamos a concretar un mayor número de etapas de fractura en cada pozo. La logística es otro punto clave. Con la distribución de nuestra propia arena de fractura, avanzaremos en ese sentido. El tren a Bahía Blanca también es importantísimo”, enfatizó.
Al igual que el año pasado, Galuccio fue uno de los oradores del encuentro con el objetivo de posicionar a la Argentina en la agenda de los inversores en la meca internacional del petróleo. De hecho, el MOU firmado en enero con el fondo American Energy Partners (AELP) para desembolsar casi US$ 500 millones en un área sobre Vaca Muerta empezó a gestarse en Houston, la anterior edición del Cera Week. Claro que no es un año más para la industria hidrocarburífera: con el precio del WTI –el valor de referencia en EE.UU.- apenas por encima de los 30 dólares, las petroleras enfrentan la peor crisis desde fines de los ’90. El epicentro del derrumbe de la actividad está en Norteamérica, donde los productores retiraron casi un 50% de los equipos de perforación con relación a los que tenían operativos hasta fines de 2014.
Sólo en EE.UU., el sector perdió más de 300.000 puestos de trabajo en los últimos 18 meses. Galuccio parte de esa complejidad extrema, pero confía en las oportunidades que ofrece la geología argentina para captar el interés del mercado internacional. “Creemos que el gas es una oportunidad para invertir en nuestro país. YPF en los últimos tres años tuvo un performance excepcional en el desarrollo de gas con un crecimiento del 32%. Esto es conocido aquí en los Estados Unidos y genera mucho entusiasmo, ya que es un gas rico en NGL, lo que hace que genere mucho valor a la industria petroquímica”, señaló en diálogo telefónico a El Inversor Online. El ingeniero entrerriano puso el foco en el potencial del tight gas, tal como se conoce en la jerga petrolera al gas proveniente de arenas compactas (tight sands), y también en el shale gas de Vaca Muerta. “Hoy por hoy, cuando uno mira la base de recursos de YPF, el futuro es tight y shale gas, que ya representan un 12% de nuestra producción. Creemos que ese porcentaje puede llegar a ser mucho mayor”, destacó.
El Gobierno ya tiene definido un aumento del precio del gas en boca de pozo. La suba del valor que reciben los productores estará en torno al 30% -se anunciará en marzo o abril- y funcionará como un espaldarazo para la inversión en campos gasíferos, en especial para los proyectos no convencionales de tight y shale gas. La intención del ejecutivo es consolidar el precio interno del gas en torno a los US$ 5 por millón de BTU, casi tres veces más que la referencia de EE.UU. (Henry Hubb), que cotiza por debajo de los 1,80 dólares. También juega a favor de la Argentina la apertura del cepo cambiario y la unificación del tipo de cambio. “La eficiencia del desarrollo no convencional está en función de la escala, la tecnología, la eficiencia laboral, y la etapa en la curva de aprendizaje en la que se encuentra cada desarrollo. Hemos sido exitosos en atraer inversores, pero necesitamos más para generar una verdadera economía de escala y acelerar la curva de aprendizaje, con operadores que tienen una experiencia probada en los Estados Unidos”,repasó Galuccio, que mantuvo reuniones con los titulares de otras petroleras de EE.UU., Europa y América latina.
“El contexto actual de la industria nos pone, a su vez, frente a un desafío pero también un oportunidad, para cambiar la forma de trabajar en la búsqueda de una mayor eficiencia laboral”, resaltó. El CEO de YPF enumeró los desafíos que enfrentan la petrolera y la industria en general para aumentar la competitividad de la explotación local de hidrocarburos. “Tecnológicamente debemos seguir avanzando. Apuntamos a concretar un mayor número de etapas de fractura en cada pozo. La logística es otro punto clave. Con la distribución de nuestra propia arena de fractura, avanzaremos en ese sentido. El tren a Bahía Blanca también es importantísimo”, enfatizó.