El análisis señala que en el primer semestre el exceso será de 1,5 millones de barriles diarios.
INTELLIGENCE & CAPITAL NEWS REPORT

Carlos Schwartz

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) con sede en París difundió su primer informe de 2016 en el que señala que los excedentes se seguirán acumulando en el mercado del crudo este año y que el exceso diario estimado en el primer semestre será de 1,5 millones de barriles. La cifra surge de un excedente actual de 1 millón de barriles al día que se verá incrementado por una oferta añadida de 600.000 barriles diarios por el aporte de Irán cuyas sanciones han sido levantadas. El papel potencialmente agresivo de Irán en su política comercial petrolera quedó reflejado esta semana en el anuncio del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, según el cual España negocia con Teherán la construcción de una refinería en Algeciras. Europa ha sido el mercado tradicional del crudo iraní. La oferta de crudo de ese país va a neutralizar la caída equivalente que se espera de los productores de fuera de la OPEP a lo largo de este año.
La Agencia considera factible que en el segundo semestre el excedente diario sea menor por una reducción en la producción de los países no OPEP, en particular de Estados Unidos, opinan los analistas. En esta línea de análisis la institución presidida por Fatih Birol desde el año pasado advierte que el mercado “se puede ahogar en crudo” este año. Saca de allí la conclusión de que los precios pueden caer aun más que lo que han hecho desde comienzos de este año cuando el crudo quedó por debajo de los 30 dólares el barril, con mínimos de 12 años.

La previsión de la Agencia es que este será el tercer año consecutivo en el que la oferta superará a la demanda en un nivel promedio de 1 millón de barriles al día lo que tendrá además la consecuencia de generar verdaderas tensiones en torno a la capacidad de almacenamiento de crudo. La perspectiva es de un incremento significativo este año de la capacidad de almacenamiento, pero los niveles de excedentes junto con la caída de precios en el mercado sugieren que a lo largo de 2016 almacenar crudo en barcos volverá a ser rentable. Mientras tanto las existencias globales de crudo que aumentaron en 1.000 millones de barriles en el periodo 2014-2015 pueden incrementarse en unos 285 millones de barriles más este año. El suministro de crudo al mercado en 2015 creció en 2,6 millones de barriles diarios tras haber aumentado el año anterior 2,4 millones de barriles diarios. Los datos de diciembre pasado no obstante indican que el crecimiento de la oferta se redujo a 600 mil barriles diarios por una menor producción de los países no OPEP que ha quedado por primera vez desde 2012 por debajo del año precedente. Por su parte la producción de la OPEP se redujo en 90 mil barriles diarios en diciembre quedando aun así en el nivel de los 32,28 millones de barriles diarios.

Dentro del abanico de elementos destacados por la AIE se incluye la actividad de las refinerías que fue de 79,5 millones de barriles al día en el cuarto trimestre de 2015 lo que representa una reducción de 300 mil barriles diarios respecto del anterior debido a una menor actividad en Asia y una intensa actividad de mantenimiento en el mes de octubre.

Los márgenes globales del refino se debilitaron en diciembre debido a una reducción de los destilados intermedios -keroseno y diésel- y a un estrechamiento en gasolinas y naftas. Esto va a afectar a la cuenta de resultados de las petroleras integradas que defienden sus ingresos con una mayor actividad de sus refinerías. De conjunto el panorama descrito por la AIE es más desolador que la imagen difundida por la OPEP esta misma semana, aunque en este caso puede ser un discurso destinado a calmar los ánimos de los exportadores más urgidos como Venezuela o Nigeria. La primera por su parte señala como un factor añadido en sus previsiones la decisión por parte de Arabia Saudí de reducir de forma significativa los subsidios al precio de los combustibles lo que va a repercutir sobre la estabilidad política del gobierno. La lectura que hace de esta decisión es que para el impulsor de la actual política de producción de la OPEP destinada a expulsar del mercado a los productores más caros los precios bajos se mantendrán por un periodo de tiempo prolongado.

El informe destaca que en 2015 se registró el mayor nivel de demanda global de petróleo en lo que va de siglo pero estima que en 2016 pese a la caída de los precios del crudo no habrá aumento de la demanda. “El nuevo año se ha estrenado con una ola de pesimismo sobre el crecimiento económico”. El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional han hecho estimaciones de escaso crecimiento para 2016 y la situación en China, Rusia, Brasil y otras economías emergentes hace prever que la actividad económica a escala global se debilite este año. En 2015 el crecimiento de las economías emergentes fue el más bajo desde 2001. Por añadidura la fortaleza del dólar implica que para los países importadores parte de la caída del precio del crudo queda absorbida por el tipo de cambio de las monedas locales ante una materia prima cuyos precios se fijan en esa divisa. “Para China que ha sido durante un prolongado periodo el motor del crecimiento global de la demanda prevemos un aumento de demanda de 350 mil barriles diarios, por debajo de los niveles actuales”, señala la AIE.

Mientras, el retorno de Irán al mercado mundial acapara la atención de los analistas. Sin embargo de acuerdo a las imágenes de satélites Teherán no ha movido aun ninguno de sus petroleros cargados con 50 millones de barriles de petróleo que estaban a la espera del levantamiento de las sanciones. El ministro del Petróleo iraní señaló al respecto que los nuevos aportes al mercado se harán de forma ordenada en la medida que no quieren ser víctimas de un mayor desplome de los precios. Como parte de la guerra de críticas entre Arabia Saudita e Irán, el ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail bin Mohamed, afirmó que “cualquiera que aporte nueva producción al mercado en la actual situación la va a empeorar”. La respuesta de los funcionarios iraníes fue que los precios se mantendrán bajos hasta tanto “no surja un lógico consenso para gestionar el mercado del petróleo” en una crítica a la estrategia de los saudíes.

A pesar de estos enfrentamientos nadie espera una modificación de la política de la OPEP cuya próxima reunión está prevista para el 2 junio. La paradoja es que la economía internacional no puede sacar partido de los bajos precios del crudo, y su caída ha trastornado los ingresos de las petroleras, las balanzas de pago de los productores de petróleo, y los recursos financieros disponibles en los mercados de inversión. La caída de los mercados de acciones por su parte ha supuesto una fuerte reducción de la capitalización bursátil, a lo que las petroleras han hecho una contribución significativa.