La agencia estadounidense explicó su evaluación mediante un comunicado oficial. S&P expresó dudas sobre la capacidad del Gobierno para implementar medidas correctivas sostenidas. El análisis menciona inestabilidad política y dificultades de gobernanza como factores relevantes.

«La rebaja refleja que los desarrollos recientes han debilitado nuestra visión sobre la probabilidad de apoyo gubernamental. Reconocemos que Petroperú se ha beneficiado del apoyo del Gobierno en los últimos años, como la aprobación de un contrato de préstamo de US$ 1,000 millones con garantía gubernamental en 2024».

La llegada de Denise Miralles al Ministerio de Economía, tras la presidencia de José Jerí, marcó una etapa de modificaciones y renuncias. Según la calificadora, este escenario genera incertidumbre sobre futuras políticas estatales.

La agencia reconoció que Petroperú ejecuta un proceso de reestructuración interna. Sin embargo, advirtió que el enfoque debe centrarse en la operatividad. “Aunque este proceso puede llevar algún tiempo, esperamos que el enfoque principal esté en las mejoras operativas más que en la reestructuración financiera”.

Respecto a la deuda, S&P consideró que la empresa cubrirá sus vencimientos de diciembre de 2025 oportunamente. No obstante, no prevé una reducción de la deuda en los próximos años. La evaluación señala que Petroperú no ha generado flujo de caja positivo.

El contexto institucional también influye en la calificación. El 23 de diciembre, la Junta General de Accionistas designó a Elba Rojas Álvarez como presidenta del directorio. Se trata del tercer cambio en ese cargo durante 2025. Un día antes, el MEF y el Minem acordaron la salida de Luis Alberto Canales. La empresa informó la decisión mediante la Superintendencia del Mercado de Valores. Canales permanece como director independiente.

Fuente: El Machete