La realidad energética de 2025 se desarrolla en un entorno de gran incertidumbre marcado por la invasión rusa a Ucrania, la inestabilidad en Medio Oriente y tensiones económicas globales reflejadas en el comercio, la fragilidad fiscal y el elevado endeudamiento. A pesar de este contexto, la demanda de energía continúa creciendo y la electricidad adquiere un papel central para cubrir las nuevas necesidades.
El aspecto más relevante del análisis de la Agencia Internacional de Energía (IEA) es la expansión sostenida de los servicios eléctricos en las próximas décadas. El aumento del uso de electricidad en transporte, calefacción, climatización, iluminación y procesos industriales ejercerá fuerte presión sobre la seguridad energética. Como no existe un mercado eléctrico global que otorgue flexibilidad, la Agencia recomienda diversificar fuentes y fortalecer la cooperación internacional.
Fuente: Brújula Digital
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