Petrobras y otras petroleras que operan en el país obtuvieron el veto del gobierno federal respecto a la disposición de la Medida Provisional 1.304 que habría aumentado los pagos de regalías sobre la producción de petróleo y gas. La Ley 15.269/2025 fue sancionada este martes (25 de noviembre) por el presidente interino, Geraldo Alckmin (PSB).
La medida, capaz de aumentar los ingresos a partir de 2026, fue vetada con el apoyo del Ministerio de Minas y Energía (MME), pero también del Ministerio de Planificación (MPO), miembro de la comisión de presupuesto. Los ministerios concluyeron que las cotizaciones de organismos internacionales generarían incertidumbre en los ingresos públicos, ya que no reflejan los valores ni las características físico-químicas de los flujos de petróleo producidos en el país.
El cambio en la base de cálculo de las regalías contó con el apoyo del Ministerio de Hacienda, que colaboró durante la tramitación de la Medida Provisional, pero se retractó durante la discusión interna. La Cámara Civil ya había decidido vetarla; el Ministerio de Minas y Energía (MME) y el Ministerio de Planificación, Presupuesto y Presupuesto (MPO) detallaron las justificaciones del veto.
Originalmente, la Medida Provisional abordaba la reforma del sector eléctrico y la regulación de la infraestructura de gas natural para la salida y el procesamiento de la producción de la Unión en la capa presal, una medida que fue revocada en el propio Congreso.
La propuesta surgió de la movilización de apoyo de Refina Brasil, entidad que representa a refinerías privadas, como Ream, propiedad de Atem, en Amazonas; y Acelen, en Bahía. Las proyecciones de un estudio encargado por la entidad estimaron ganancias de aproximadamente R$ 8 mil millones anuales que las compañías petroleras recibirían. El Instituto Brasileño del Petróleo (IBP) declaró que la sanción generaría disputas legales, argumento incorporado por el gobierno: "[La enmienda] genera incertidumbre jurídica y riesgo de litigio, además de comprometer las inversiones a largo plazo en el sector de petróleo y gas".
Las propuestas fueron incluidas por el ponente, Eduardo Braga (MDB/AM), y establecieron una jerarquía según la cual la base para calcular los pagos de regalías sería el valor de mercado de la producción de petróleo y gas, cotizaciones mantenidas por consultoras internacionales como Argus o S&P Global Platts.
"El cálculo del monto de la regalía se realizará considerando el valor de mercado del petróleo, gas natural o condensado, definido como el promedio de las cotizaciones publicadas por agencias de información de precios reconocidas internacionalmente que informan los precios finales de las transacciones entre partes independientes", decía la enmienda vetada. Como alternativa, se podría utilizar la metodología de precios de referencia, un sistema común entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), dirigido a las transacciones internacionales.
Finalmente, se utilizaría el precio de referencia, una metodología vigente, pero según la disposición vetada, debería ser objeto de regulación considerando los precios de mercado del petróleo, gas natural o condensado, las especificaciones del producto y la ubicación del yacimiento. Para el Ministerio de Minas y Energía (MME) y el Ministerio de Planificación, Presupuesto y Planificación (MPO), la información disponible no es fiable, ya que existirían limitaciones en el suministro de información, lo que generaría un riesgo de asimetría y dificultaría su idoneidad para los fines previstos [recaudación de ingresos].
Finalmente, la alternativa propuesta, de utilizar precios de transferencia, sería inadecuada, dadas las diferentes naturalezas de los conceptos y su aplicabilidad, especialmente en relación con sus fines, las diferencias temporales en el cálculo y el alcance de las operaciones económicas involucradas. Los precios de referencia son regulados por la Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles (ANP). La fórmula se modificó este año, desde septiembre, para incorporar las ganancias de valor del petróleo del presal en la producción de combustible para búnker con menor contenido de azufre.
La revisión se inició por un decreto de 2022 del expresidente Jair Bolsonaro (PL), por lo que se completó con dos años de retraso. El acuerdo adoptado por la ANP (Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles) frustró las expectativas de ingresos del mercado privado de refinación y también generó críticas de las compañías petroleras debido al aumento de costos.
El ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira (PSD), anticipó el veto el lunes 24 de noviembre. Según él, el gobierno espera, a cambio, el mantenimiento de las inversiones de Petrobras, incluida la producción de gas en aguas profundas frente a Sergipe. “Hubo un veto [sobre los precios de referencia], pero decidimos mantener la firmeza para que Petrobras siga cumpliendo con su función y su plan de inversión”, declaró durante una entrevista en directo en Roda Viva, de TV Cultura. “Esta enmienda incluso comprometería la exploración de gas y petróleo en Sergipe, fundamental para el desarrollo nacional” (ver la respuesta).
Petrobras, la mayor empresa del país, expresó abiertamente sus críticas. La presidenta de la empresa estatal, Magda Chambriard, afirmó que la revisión de la ANP perjudicaba las inversiones en yacimientos maduros; ante la enmienda de Braga, añadió que inviabilizaría los proyectos.El plan de negocios se presentará el jueves 27 de noviembre.
“Si no hay un acuerdo regulatorio, el norte de Río de Janeiro podría convertirse en una especie de Detroit”, declaró a Estadão/Broadcast, refiriéndose a la ciudad de Michigan, en EE. UU., que en su día fue un centro industrial y ahora está en quiebra. En otra entrevista con Folha de São Paulo, Braga afirmó que las petroleras “falsifican la verdad” y que “Petrobras defiende sus propios intereses, no los de Brasil”.
El interés de las refinerías reside en el suministro de petróleo, dado que la reducción de la base imponible disminuye la carga fiscal sobre el petróleo importado en transacciones que involucran, entre otras, a empresas offshore de petroleras que operan en Brasil.
Fuente: AXES
