Gastos administrativos aumentaron en gestión de Narváez, pese a haber reducido personal en petrolera.
La ministra de Economía, Denisse Miralles, mantiene la posición de que Petroperú es un activo estratégico pese a sus continuas pérdidas. Nicolás Castillo Arévalo Fecha Actualización 10/11/2025 - 07:27 Han pasado 24 días desde que el Ejecutivo de José Jerí decidió remover a Alejandro Narváez, el expresidente de Petroperú, por malos resultados, constantes incumplimientos de pago de la empresa que tuvieron que ser asumidos por el Tesoro y no haber implementado medidas para corregir su situación. Narváez llegó a la petrolera por designación de Dina Boluarte, pese a la oposición de los ministros de Energía y Minas, y de Economía de turno.

Economía Lun, 10/11/2025 - 07:17 “La incertidumbre tributaria: un freno al crecimiento” La inestabilidad normativa y la falta de transparencia en la Sunat incrementan la litigiosidad y reducen la competitividad de las empresas. Si bien la salida de Narváez representa una buena señal sobre la intención de poner un alto al despilfarro de la petrolera, no lo es la demora en encontrar un nuevo directorio que busque una solución ni tampoco que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), bajo la conducción de la ministra Denisse Miralles, siga considerando que la empresa es un activo estratégico.

“Un activo o sector es verdaderamente estratégico cuando su disfunción compromete la seguridad, la soberanía o la estabilidad esencial del país (…). ¿Cumple Petroperú con esos criterios? Difícilmente. No garantiza la seguridad energética ni cumple un rol insustituible en la cadena de abastecimiento”, indicó el economista Felipe Morris en su columna de Perú21. El jueves de la semana pasada, se llevó a cabo el acto final de transferencia de gestión de Narváez a Fidel Augusto Moreno Rodríguez, presidente interino de la petrolera, lo que habría terminado en un acto de despedida en una empresa que solo sobrevive gracias a los impuestos que pagamos los peruanos. Moreno antes de asumir la posición se desempeñaba como segundo de Narváez. Es de su círculo.

Este último después de ser destituido se reunió con Moreno en la oficina de la presidencia, en San Isidro, tres veces contando el día del acto de la transferencia, lo que ha generado suspicacias entre los principales analistas del sector.

El exministro de Economía David Tuesta se mostró extrañado por la demora en el cambio de directorio. “Ha pasado casi un mes y el directorio no se define, las cuentas de Petroperú ya estaban en rojo y ahora deben estar ardiendo. Esta demora ya me llama la atención. De repente hay algunas indecisiones o presiones que pueda estar recibiendo el presidente, porque detrás hay mucha carga ideológica y muchas bancadas que deben estar empujando para que pongan a una persona u otra. Es un botín”, dijo en canal N.

Aumentos de sueldo Lo que no se sabe es si Narváez cumplió con la promesa que habría hecho de aumentar sueldos a algunos gerentes y personal de la empresa. En teoría, no le estaba permitido firmar ningún documento después del 17 de octubre, por estar destituido. Y aunque, el directorio anterior a Narváez empezó con una política de reducción de personal, que llevó en el último año a que dejen de trabajar 84 personas en Petroperú, los gastos administrativos en el periodo de Narváez continuaron en aumento.

Según la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), los gastos de administración de la estatal pasaron de US$111.7 millones entre enero y septiembre de 2024 a US$114.8 millones entre enero y septiembre de 2025 (+2.83%). En Petroperú, actualmente, laboran 2,633 personas, según la Sunat. En Repsol, que también tiene el mismo giro, trabajan 2,257 y sus gastos administrativos llegaron a US$35.1 millones en los primeros nueve meses del año, un tercio de lo que gasta la estatal.

Es evidente la urgencia de conformar cuanto antes un nuevo directorio que sea capaz de definir, de una vez por todas, el futuro de la empresa.

Fuente: Peru 21