El nuevo gabinete energético del presidente Rodrigo Paz heredó un país con los tanques vacíos. Así lo reconocieron, sin maquillaje, los tres responsables del suministro de combustibles: el ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinacelli; el presidente de YPFB, Yussef Akly; y la titular de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Margot Ayala. Las autoridades coincidieron en una idea incómoda pero inevitable: la normalización será gradual y no hay soluciones mágicas.
Los datos respaldan esta postura. Consultado por los medios Medinacelli fue frontal. Recordó que Bolivia operaba históricamente con un stock de entre 10 y 15 días, pero la estatal petrolera dejó apenas un día de reservas, lo que vuelve extremadamente frágil cualquier movimiento logístico.
Fuente: El Deber
Lea la noticia
