La herencia de la desinstitucionalización será otro de los desafíos que deberá afrontar la nueva administración del Estado, así como la iliquidez.
Tras cinco años de gobierno del presidente Luis Arce, economistas sostienen que dejan al país “quebrado”, con crisis económica, energética y con bajas reservas de oro. El gasto corriente aumentó en los últimos veinte años, y el presupuesto 2026 mantiene el mismo ritmo, por lo que la próxima administración deberá reformular el Presupuesto General del Estado (PGE).

Pero no sólo deja crisis económica y energética, sino también desinstitucionalidad, que ha provocado un caos en la administración pública, así como un aumento de la burocracia, además de nombrar a personas sin conocimiento de las entidades del Estado.

Fuente: El Diario

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