La sinergia público–privada puede garantizar y acelerar el cambio de la matriz energética, mitigando el cambio climático, mejorando la calidad de vida de la población boliviana y fomentando el desarrollo económico al impulsar la innovación energética.
El cambio de la matriz energética es una transformación estructural a largo plazo de cómo se produce y consume la energía, que implica reemplazar los combustibles fósiles (como petróleo, gas natural y carbón) por fuentes más limpias y renovables (como solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica) para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar el cambio climático.

Se estima que, en la actualidad, aproximadamente el 70% de la electricidad en Bolivia se genera en fuentes térmicas, mediante el uso de gas natural. En este escenario, de reducción de las reservas de este carburante, esta dependencia se podría convertir en una “bomba de tiempo”, pues obligaría al gobierno de turno no solo a aumentar el precio de la electricidad, sino también a racionar su consumo.

Fuente: Brújula Digital

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