El precio del petróleo West Texas Intermediate (WTI) descendió este 20 de octubre de 2025 a 56,7 dólares por barril, su punto más bajo en casi un año. Este desplome deja al crudo ecuatoriano muy por debajo del precio presupuestado de 62,2 dólares y genera preocupación.
Petróleo a la baja: golpe directo a las finanzas del Estado El petróleo es uno de los pilares de la economía ecuatoriana. Sin embargo, el reciente descenso del WTI, referencia para el crudo nacional, ha encendido las alertas en el Ministerio de Economía. Solo el viernes 17 de octubre, el barril cerró en 57,54 dólares, lo que representa una pérdida semanal de casi 3 %.
Según el Presupuesto General del Estado 2025, Ecuador calculó un precio de referencia de 62,2 dólares por barril. Pero el informe de Petroecuador correspondiente a septiembre mostró un precio promedio de venta de apenas 55,95 dólares. Con la nueva cotización del WTI, el diferencial podría ampliarse aún más y reducir significativamente los ingresos fiscales. El exministro de Economía Mauricio Pozo explicó que “cada dólar que baja el precio del petróleo más o menos le impacta al presupuesto unos 70 millones de dólares anuales”.
El doble golpe: menos precio y menor producción El economista Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, advirtió en sus redes sociales que Ecuador enfrenta un doble golpe: “El precio del petróleo se desploma y la producción nacional también se hunde”, sostuvo. Para el analista, hay tres causas estructurales detrás del deterioro: un modelo estatista heredado del Socialismo del Siglo XXI que espantó la inversión privada; el cierre del bloque ITT impulsado por activismo ecológico, y la presión de ciertos grupos indígenas que “buscan acabar con la explotación petrolera pero al mismo tiempo defienden los subsidios a los combustibles fósiles”.
Esta combinación, añadió, “reduce la capacidad fiscal del Estado, afecta la balanza de pagos, los ingresos petroleros y las transferencias a los gobiernos locales”. El panorama, además, se complica por la caída global de la demanda y la mayor oferta de crudo de la OPEP+, que ha provocado una baja cercana al 15 % desde julio.
Factores internacionales y geopolítica incierta La Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió un exceso de oferta mundial para 2026, con inventarios más altos y menor consumo. Solo en Estados Unidos, los inventarios crecieron en 3,5 millones de barriles, hasta 423,8 millones, un aumento mucho mayor al esperado.
A la vez, la geopolítica añade volatilidad. En las próximas semanas, los presidentes Donald Trump y Vladimir Putin discutirán eventuales cambios al régimen de sanciones contra Rusia. Esto podría alterar los flujos globales de crudo. Mientras tanto, India evalúa suspender temporalmente sus compras a Moscú, lo que reconfiguraría el mercado y presionaría aún más los precios.
También influye la desaceleración de China y el creciente desacople comercial con Estados Unidos. La directora de la Organización Mundial del Comercio alertó que este desacople podría reducir la producción global hasta 7 % en el largo plazo, afectando a los principales consumidores de energía.
Evolución del crudo ecuatoriano y efectos locales El comportamiento del petróleo ecuatoriano ha sido irregular durante 2025. Según el Banco Central del Ecuador, el promedio ponderado de los crudos Oriente y Napo alcanzó su máximo en enero (67,30 dólares por barril). Su punto más bajo fue en mayo (55,06 dólares). Luego mostró una leve recuperación hasta 58,53 dólares en agosto, antes de volver a caer con fuerza en octubre.
Este desfase entre el precio real y el presupuestado genera un déficit inmediato. Con una diferencia de 7 a 10 dólares por barril, las pérdidas podrían superar los 700 millones de dólares anuales, dependiendo del ritmo de producción y exportación.
Si la tendencia bajista continúa, el Gobierno tendrá que revisar su plan fiscal, reducir gasto público o buscar fuentes alternas de financiamiento, en un contexto de deuda elevada y presiones sociales.
Fuente: El Diario
