Trabajadores y administradores de las estaciones de servicio relatan cómo la dotación de gasolina y diésel ya no tiene una planificación y que todo se resume “en la buena voluntad de la estatal petrolera”. La ANH asegura que se autorizó a 98 empresas privadas para la importación directa de combustible.
Para el Gobierno las cuentas están claras. Desde el Viceministerio de Planificación informaron que hay un bache de $us 1.600 millones, recursos que de ser aprobado por la Asamblea Legislativa, evitarían las filas surtidores.

El viceministro de Planificación, José Siñani, remarcó que estos $us 1.600 millones son claves para garantizar la oferta de combustible, más allá de que su desembolso es en etapas, "de contar con estos recursos se hubiera evitado toda esta incertidumbre".

Fuente: El Deber

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