Un estudio del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas revela que el subsidio a los hidrocarburos, que representa un costo fiscal equivalente al 3,6% del PIB, se ha convertido en uno de los principales desafíos de la economía nacional. El impacto sería un alza significativa en los precios de la gasolina y el diésel, lo que se trasladaría rápidamente a toda la economía. Foto: Economy.
El impacto sería un alza significativa en los precios de la gasolina y el diésel, lo que se trasladaría rápidamente a toda la economía. Foto: Economy.

El documento “Impacto macroeconómico de la eliminación del subsidio a los hidrocarburos en Bolivia: Análisis de reformas abruptas y graduales” del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas (IISEC) de la Universidad Católica Boliviana, explica que la política de subsidios aplicada durante más de una década permitió mantener estables los precios de los combustibles, conteniendo los costos de transporte y producción. Sin embargo, en el contexto actual, este beneficio social genera un costo fiscal excesivo que limita la capacidad del Estado para invertir en áreas clave como salud, educación e infraestructura.

De acuerdo con las cifras del estudio, el gasto en subsidios alcanzó el 3,6% del PIB, convirtiéndose en una de las partidas más pesadas del presupuesto nacional. “El financiamiento de esta política no solo presiona las cuentas fiscales, también incrementa el déficit y reduce el margen de maniobra del Gobierno en un escenario de reservas internacionales en descenso”, advierte el informe.

Fuente: La Razón

Lea la noticia