El negocio de la reventa de combustibles en las provincias cruceñas, para las actividades agropecuarias, ha crecido como un cáncer, tanto que algunos grupos de productores anuncian que harán sus propios controles ante la inacción del Estado y la escasez del diésel que llega hasta Bs 15 por litro en el mercado negro.
En San Julián, por ejemplo, los afiliados a la Asociación Centro Integral de Productores Agropecuarios de San Julián (Acipa SJ) han advertido que si encuentran a los revendedores, decomisarán el producto, aunque reconocen que será una tarea difícil, ya que se ha formado una cadena de corrupción “desde arriba”.
Fuente: El Deber
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