Este artículo está enfocado en las ventajas y desventajas de nacionalizar la industria petrolera, principalmente en países en desarrollo con importantes reservas de hidrocarburos.
Donald A. Goddard / Liverpool Petroleum En primer lugar, es importante comprender qué es la nacionalización y sus ramificaciones.

Basada en la abundante literatura publicada sobre este tema y tras una búsqueda exhaustiva, una descripción destacada de una industria petrolera nacionalizada es la siguiente: “Una industria petrolera nacionalizada se refiere a que el gobierno es dueño de la propiedad y el control de los recursos de petróleo y gas de un país, incluyendo la exploración, la producción, la refinación y la distribución de estos recursos. Esto a menudo implica la creación de una compañía petrolera nacional (CPN), o National Oil Company (NOC,) para gestionar estas operaciones. Los objetivos suelen estar impulsados ​​por el deseo de controlar los recursos nacionales, generar ingresos para el gobierno y, potencialmente, reducir la dependencia de empresas extranjeras”.

Antes de profundizar en los detalles sobre este tema, es necesario explicar las motivaciones detrás de la redacción de este artículo. Se debe a recuerdos de colegas venezolanos que estudiaron carreras técnicas como ingeniería y geología en el extranjero durante las décadas de 1960 y 1970. Ellos estaban preparados para trabajar exclusivamente como profesionales en una industria petrolera no nacionalizada. Se concentraban en sus estudios en el extranjero, no se mantenían al día con los acontecimientos políticos y eran indiferentes a los ideales nacionalistas. Después de escuchar por primera vez conversaciones sobre la nacionalización de la industria petrolera, comenzaron a intercambiar sus propias opiniones al respecto.

En Estados Unidos, en particular, donde estos estudiantes extranjeros vivieron muchos años, observaron cómo empresas privadas manejaban con éxito las importantes industrias. Además, durante sus estudios, se percataron de los problemas que enfrentaban en el Reino Unido con las industrias importantes (el carbón, el automotriz, ferrocarriles, electricidad, gas, acero, aerolíneas y otros) bajo el gobierno laborista socialista. Estas eran ineficientes y sufrían constantes huelgas y dificultades económicas. Afortunadamente para ese país, Margaret Thatcher se convirtió en primera ministra en 1979 y privatizó todas esas industrias. En el corto plazo, durante la década de 1980, las industrias privatizadas cancelaron sus deudas y alcanzaron una situación financiera sólida, al igual que el país. Basado en el conocimiento de estos acontecimientos mundiales, muchos estudiantes ya graduados con carreras técnicas, regresaban al país. Al igual que numerosos ciudadanos venezolanos, asumieron que una industria nacionalizada tan importante no era práctico, seria ineficiente y eventualmente fracasaría. Esto iba en contra de un concepto muy popular a finales de la década de 1960 y el cual fue impulsado con mayor fuerza por los políticos venezolanos en la década de 1970. Además, muchos venezolanos que cursaron carreras similares en universidades nacionales, participaban activamente en asuntos políticos y mantenían fuertes ideas nacionalistas que estaban de moda. Por estas razones, es comprensible que simpatizaban con los planes de nacionalización del petróleo que se impulsaban en ese momento. Además, estos conceptos no solo eran populares en América Latina, sino también en el Oriente Medio y en países africanos con importantes reservas de petróleo.

Otro importante motivo por la cual este artículo se escribió es porque se trata de un tema algo controversial, muy interesante e importante y para quienes han trabajado durante muchos años en un ambiente relacionado con una empresa nacionalizada.

Breve Historia de la Actividad Exploratoria a Nivel Mundial

Grandes empresas petroleras privadas descubrieron hidrocarburos a finales del siglo XIX y principios del XX. Provenían principalmente de Estados Unidos, el Reino Unido y Holanda, fueron responsables de sentar las bases sólidas del sector energético actual en todo el mundo. Estas importantes empresas contaban con la tecnología, la experiencia necesaria y negociaron acuerdos de concesiónes con los países en desarrollo. A cambio de realizar inversiones arriesgadas, descubrir los yacimientos petrolíferos, producir el petróleo y pagar impuestos locales, se les otorgaban derechos exclusivos para explorar y desarrollar la producción de hidrocarburos dentro de los países. Estos acuerdos, celebrados entre el país productor de petróleo y la empresa especificaban: 1) un área limitada que la compañía podía utilizar, 2) un plazo limitado, 3) la obligación de la empresa de asumir todos los riesgos financieros y comerciales, y 4) el pago a los gobiernos anfitriones de impuestos de superficie, regalías e impuestos de producción.

Siempre que las empresas cumplieran estos requisitos, los gobiernos les prometían poder reclamar el petróleo que producían. Gracias a estos lucrativos acuerdos, el petróleo mundial estaba predominantemente en manos de siete corporaciones con sede en Estados Unidos y Europa, conocidas como las “Siete Hermanas”. Cinco de estas empresas eran estadounidenses (Chevron, Exxon, Gulf, Mobil y Texaco), una británica (BP) y una angloholandesa (Royal Dutch Shell). Desde entonces, estas empresas se han fusionado en cuatro: Shell, ExxonMobil, Chevron y BP. Un factor importante a considerar hoy en día es que aproximadamente entre el 70 % y el 80 % del mundo cuenta con reservas probadas de petróleo ubicadas en países con industrias petroleras nacionalizadas (NOC). En conjunto, controlan actualmente entre el 85% y el 90% de las reservas mundiales de petróleo, pero producen entre el 55% y el 60% del suministro mundial. Las empresas petroleras internacionales (COI) ExxonMobil, Shell, BP, Chevron y TotalEnergies poseen solamente entre el 10% y el 15% de las reservas probadas mundiales. Destacan en exploración, tecnología y eficiencia productiva, pero operan bajo licencia en muchos países.

Con el tiempo, los países con abundantes reservas de petróleo se mostraron insatisfechos con el porcentaje de beneficios que habían negociado. Debido a la inclusión de cláusulas de elección de la ley aplicable, los países receptores soberanos no podían modificar los contratos arbitrariamente y un tercero resolvía las disputas sobre los detalles contractuales. Por lo tanto, la única forma de que los países receptores modificaran sus contratos era mediante la nacionalización (expropiación). Con el tiempo, la mayoría de los países nacionalizaron sus sectores petroleros, formando fuertes compañías petroleras estatales que aún dominan la actualidad.

Países Latinoamericanos

Comodoro Rivadavia Argentina – Los principales descubrimientos de Argentina ocurrieron en 1907 en Comodoro Rivadavia, Patagonia, y en 1922 se creó Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), la primera empresa petrolera totalmente estatal del mundo. Debido a la disminución de la producción petrolera y al aumento de las importaciones, después de 1966 el gobierno militar permitió la participación privada en su industria petrolera. Esto se realizó mediante concesiones y contratos con el Estado, otorgados a empresas como Chevron, Repsol y ExxonMobil, que participaron en actividades de exploración junto con YPF.

México – Los principales descubrimientos de México se produjeron a principios del siglo XX en las regiones de Tampico y Poza Rica. Las empresas extranjeras que realizaron la mayor parte de las actividades de exploración fueron: 1) Mexican Eagle Oil Co., inicialmente de propiedad británica y posteriormente adquirida por Royal Dutch Shell. 2) Standard Oil de Nueva Jersey, que mantuvo varias concesiones hasta su nacionalización en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas. Esta fue la segunda nacionalización de la industria petrolera en Latinoamérica, después de la de Argentina, y condujo a la creación de PEMEX, la petrolera estatal mexicana. Colombia experimentó sus principales descubrimientos entre 1918 y la década de 1940 en el Valle del Magdalena y las Cuencas de los Llanos. La primera empresa extranjera en operar en el país fue Tropical Oil Company, subsidiaria de Standard Oil de Nueva Jersey. Texaco y BP se involucraron en desarrollos posteriores. Colombia atravesó un lento proceso de aumento del control y la propiedad estatal de los recursos petroleros y, en 1951, fundó la Empresa Colombiana de Petróleos (Ecopetrol), que asumió la mayor parte de las operaciones. Para noviembre de 2011, la canadiense Talisman Energy Inc. realizó exploraciones petroleras cerca de Casanare. En 2016, Pacific Exploration & Production Corp. participó en actividades de exploración y producción en los campos Rubiales y Quifa, y en 2017 cambió su nombre a Frontera Energy Inc., empresa que aún opera en Colombia.

Brasil – La petrolera nacionalizada s del Brasil, PETROBRAS, fundada en 1953, realizó la mayor parte de su exploración nacional. Dedicó con paciencia unos 10 años a la perforación de múltiples pozos secos en alta mar hasta que se produjo un pequeño descubrimiento en 1968 en el campo Guaricema, ubicado frente a la costa del estado de Sergipe, en el noreste de Brasil. Esto fue responsable de importantes descubrimientos en aguas profundas de la Cuenca de Campos, incluyendo los campos Garoupa en 1974 y Namorado en 1975. Otros éxitos en aguas profundas y presal también se produjeron en Santos Bain en 2006, considerados como las mayores reservas de petróleo en alta mar del mundo. Estos descubrimientos en alta mar convirtieron a Brasil en un actor clave en el siglo XXI. Además, Shell y Chevron participaron posteriormente con Petrobras en el desarrollo del presal en alta mar.

Peru – Los descubrimientos en Perú se remontan a 1863 en Zorritos (noroeste de Perú), lo que lo convierte en uno de los primeros descubrimientos petroleros comerciales de América Latina. Posteriormente, la llegada de empresas extranjeras incluyó la International Petroleum Company (IPC), subsidiaria de Standard Oil de Nueva Jersey. La nacionalización de los activos de hidrocarburos del Perú comenzó en 1968, cuando el gobierno militar los tomó bajo su control y formó PetroPerú.

Venezuela – Los principales descubrimientos tuvieron lugar a principios del siglo XX, especialmente en la región del Lago de Maracaibo, en el Campo Mene Grande, con la perforación del pozo Zumaque #1 en 1914. Durante este período y hasta principios de la década de 1970, las principales empresas extranjeras involucradas fueron: 1) Royal Dutch Shell, una de las primeras en explotar las reservas venezolanas; 2) Standard Oil de Nueva Jersey (actualmente ExxonMobil), una empresa dominante en todo el país; y 3) Gulf Oil, como la compañía petrolera Mene Grande, que operaba principalmente en el oriente venezolano y en menor medida, en la Cuenca de Maracaibo. Para la década de 1930, Venezuela se convirtió en uno de los principales exportadores de petróleo del mundo. La nacionalización de la industria petrolera y la formación de Petróleos de Venezuela (PDVSA) ocurrieron en 1975. Se manejaba la rmpresa correctamente, como una petrolera privada, por cuatro filiales más pequeñas durante un tiempo con excelentes profesionales. Sin embargo, con el tiempo, sus filiales se unieron en una sola y la política partidista comenzó a infiltrarse lentamente en la organización, en detrimento de PDVSA.

Ecuador – Los esfuerzos de exploración comenzaron en la década de 1930 con Shell Oil Co., que operó hasta la década de 1990, cuando fue adquirida por Chevron. En la década de 1960, Texaco inició la exploración y, en 1967, aplicando sísmica 2D, perforó su primer pozo exitoso en la Cuenca de Oriente, en la región amazónica. En 2001, empresas más pequeñas como la española Repsol operaba en la Cuenca Oriente y en 2021, se unieron a la canadiense New Stratus Energy para continuar desarrollando varios bloques en dicha cuenca. Petro Ecuador, la empresa petrolera estatal (Empresa Estatal Petróleos del Ecuador), fue fundada en 1989 tras una reorganización de la CEPE (Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana) de 1972, la empresa petrolera nacionalizada original.

Los Países del Oriente Medio

Esta nacionalización o expropiación, la palabra utilizado por algunos expertos para describir el proceso de apropiación de los suministros petroleros privados en los países en desarrollo de Oriente Medio donde se produjo, fue un proceso bastante gradual. Antes del descubrimiento del petróleo, en países como Irak, Arabia Saudí y Kuwait, estos eran reinos desérticos, pobres y subdesarrollados. Casi carecían de recursos naturales y su población estaba compuesta por campesinos pobres que constituían la mayoría. Cuando las grandes empresas petroleras descubrieron petróleo a principios del siglo XX, estos países carecían de los conocimientos técnicos necesarios para aprovechar los recursos naturales recién descubiertos.

Los países dependían de la tecnología de las grandes empresas petroleras que descubrieron petróleo a principios del siglo XX, principalmente occidentales, especialmente británicas y estadounidenses, predecesoras de las grandes petroleras actuales. Dichas empresas operaban con concesiones otorgadas por gobernantes locales o autoridades coloniales. Las principales empresas que descubrieron y explotaron petróleo en el Oriente Medio fueron: 1) BP (Anglo-Persian Oil Company), 2) Chevron (Standard Oil de California), 3) Royal Dutch Shell/Iraq Petroleum Company (IPC), 4) ExxonMobil (Standard Oil de Nueva Jersey y Nueva York) y 5) TotalEnergies (anteriormente CFP). Irán – La​​industria petrolera de Irán comenzó en 1901, cuando se otorgaron concesiones a inversores británicos para explorar y desarrollar sus recursos. En 1908, la Anglo-Persian Oil Company (APOC), con sede en Londres, descubrió petróleo en cantidades comerciales en Masjed-e Soleyman, ubicada en las estribaciones suroccidentales de los montes Zagros. Al adquirir la mayoría de las acciones en 1914, el gobierno británico obtuvo el control directo de la industria petrolera iraní y no fue hasta después de 1935 que la APOC pasó a llamarse Anglo-Iranian Oil Company (AIOC). En 1950, la continua demanda popular impulsó una votación en el parlamento para nacionalizar la industria petrolera. En 1951, el gobierno formó la Compañía Nacional de Petróleo de Irán (NIOC). En 1954, un nuevo acuerdo dividió las ganancias equitativamente entre la NIOC y un consorcio multinacional que había reemplazado a la AIOC, que en ese momento había pasado a llamarse British Petroleum Company.

Irak – Los primeros intentos de exploración petrolera incluyeron algunos por parte de una empresa alemana a finales de los años 1800 y yacimientos de petróleo y gas descubiertos a principios del siglo veinte, en un territorio que posteriormente fue transferido al Imperio Otomano (ahora parte de Irak). No fue hasta 1927 que se descubrió petróleo comercial en el yacimiento petrolífero de Kirkuk, cerca de Baba Gurgur. British Petroleum (BP) perforó el primer pozo y, junto con la Iraq Petroleum Company (IPC), participó en su desarrollo. Royal Dutch Shell y Standard Oil de Nueva Jersey (Esso) también eran accionistas de IPC, desempeñando ambas un papel importante en la expansión de su influencia en Oriente Medio. La industria petrolera iraquí se nacionalizó en dos etapas principales. Primero, los activos de IPC se nacionalizaron en 1972 y luego, en 1975, se completó la nacionalización mediante la adquisición de las acciones restantes de Basrah Petroleum Company, en manos extranjeras. Bahréin – Junto con la Standard Oíl Company de California, fundó Bahrain Petroleum Company (BAPCO) en Canadá. BAPCO perforó el primer pozo a finales de 1931 y finalmente comenzó a fluir en junio de 1932. Fue el primer pozo petrolero en la Península Arábica, en la zona sur del Golfo Pérsico (es decir, fuera de Irán), ubicado justo al sur de Jabal Dukhanin, en el campo Bahrain Awali. Cabe mencionar que el flujo inicial de petróleo fue de 9,600 barriles diarios (1.530 m³/d). BAPCO, absorbida por el Gobierno, comenzó a nacionalizar su industria petrolera en 1975, adquiriendo el 60 % de las acciones de la empresa. El proceso se completó en 1980 cuando el gobierno asumió el 40% restante de las acciones, otorgándole el control total de la misma.

Arabia Saudita – El primer descubrimiento de petróleo en cantidades comerciales se produjo en 1938, en el pozo petrolero número 7 de Dammam. Este descubrimiento, realizado por CASOC (California-Arabian Standard Oil Company), marcó el inicio del importante papel de Arabia Saudita en la industria petrolera mundial. Posteriormente, cambió su nombre a ARAMCO, convirtiéndose en Saudi Aramco, una empresa que vende más petróleo a más países que cualquier otra nación del mundo. El petróleo representa aproximadamente el 92% de los negocios de Arabia Saudita, lo que permite a los líderes del país construir carreteras, puentes, oleoductos, puertos, fábricas, escuelas y hospitales. Arabia Saudita nacionalizó su industria petrolera, específicamente Aramco, en 1980, aumentando gradualmente su participación en la mpesa hasta alcanzar el 100%, lo que culminó con el cambio de nombre oficial de la empresa Saudi Aramco, en 1988. Qatar descubrió petróleo en 1939, con la perforación del primer pozo en el yacimiento de Dukhan. La producción comercial de petróleo comenzó en 1949. Se descubrieron yacimientos de petróleo y gas en alta mar en la década de 1960 y en 1971 se descubrió el enorme North Field, un importante yacimiento de gas natural. En resumen: 1) En 1939, se descubrió petróleo en el yacimiento terrestre de Dukhan. 2) En 1949, comenzaron las exportaciones comerciales de petróleo desde el yacimiento de Dukhan. 3) Durante la década de 1960, se descubrieron varios yacimientos de petróleo y gas en alta mar, incluyendo Idd el Shargi y Maydan Mahzam. 4) En 1971, se descubrió North Field, un vasto yacimiento de gas natural. Finalmente, la industria petrolera de Qatar, nacionalizada en la década de 1970, se nacionalizó por completo en 1977. Este proceso implicó que el gobierno aumentara gradualmente su participación en las empresas de petróleo y gas, culminando con la toma de control total de las operaciones.

La Influencia de la OPEP en la Nacionalización Después de 1960 La formación de la OPEP en 1960 tuvo una gran influencia en los países que nacionalizaron sus industrias petroleras. Brindó a las naciones productoras de petróleo una base sólida para establecer el control sobre sus recursos naturales, desviando el poder de las empresas petroleras extranjeras (a menudo llamadas las “Siete Hermanas”) que habían dominado durante mucho tiempo el mercado petrolero mundial. Según datos del sitio web oficial de la OPEP e informes recientes, la OPEP cuenta con 12 miembros (Argelia, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Gabón, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela). De los siete países latinoamericanos con empresas petroleras nacionalizadas, solo Venezuela es miembro de la OPEP. Ecuador abandonó la organización en 2020 por no estar de acuerdo con las cuotas de producción que se le impusieron.

El papel de la OPEP en el auge de las nacionalizaciones involucró los siguientes factores importantes: Sugirió la autonomía política al proporcionar una voz unificada a los países miembros, en su mayoría países en desarrollo, para exigir la soberanía sobre su petróleo. Fomentó una respuesta colectiva contra los contratos abusivos y las cuotas de producción establecidas por las grandes petroleras occidentales. Fomentó la propiedad nacional de los Estados miembros para que comenzaran a ejercer sus derechos de propiedad y operación de yacimientos petrolíferos. A menudo renegociando los términos con empresas extranjeras, aumentando la participación estatal y nacionalizando completamente las operaciones, como ocurrió en Venezuela, Irak y Libia. Apoyó el nacionalismo de los recursos, haciendo política y económicamente aceptable que un país tomara el control de su sector petrolero. Los primeros nacionalizadores, como Argelia y Venezuela, tuvieron éxito, lo que inspiró a otros. La OPEP era consciente de que el petróleo era un activo estratégico y que los países miembros podían utilizarlo para influir en la política y la economía mundial. Fueron testigos de que el control estatal era una forma de maximizar los ingresos y utilizar el petróleo como herramienta geopolítica. Ventajas de Una Industria Petrolera Nacionalizada

El control de los ingresos es un factor esencial que permite que las ganancias petroleras vayan directamente al Estado y se utilicen para financiar servicios públicos como la educación, la sanidad y la infraestructura. Un ejemplo es Noruega, cuya riqueza petrolera contribuyó a financiar su fondo soberano de inversión y sus programas sociales. La seguridad energética se considera crucial porque implica que el gobierno priorice las necesidades energéticas nacionales y reduzca la dependencia externa. Esto es especialmente valioso durante crisis económicas o fluctuaciones de precios. El dominio sobre los recursos naturales es fundamental para impedir que las empresas extranjeras dominen activos estratégicos. La nacionalización a menudo refleja el sentimiento público contra la explotación colonial o corporativa, como ocurrió en Venezuela y México en el siglo XX.

La planificación a largo plazo es fundamental porque permite a las compañías petroleras estatales priorizar la sostenibilidad, el empleo o los objetivos de desarrollo nacional por encima de las ganancias trimestrales. La influencia geopolítica estratégica es vital para países como Arabia Saudita y Rusia, que prefieren utilizar sus industrias petroleras nacionalizadas como herramientas para influir en la política exterior. Desventajas de Una Industria Petrolera Nacionalizada

La interferencia política, un fenómeno frecuente, suele dar lugar a que las decisiones se basen en objetivos políticos a corto plazo en detrimento de objetivos económicos sólidos. Esto suele ir acompañado de frecuentes cambios de liderazgo y mala gestión que interrumpen las operaciones. La ineficiencia y la corrupción se vuelven comunes porque las compañías petroleras nacionales (CPN) carecen de competencia de otras industrias petroleras. Un ejemplo es PDVSA de Venezuela, que ha sufrido una grave mala gestión, corrupción extrema y falta de inversión.

La existencia de graves problemas financieros ahuyenta a las empresas extranjeras, reduciendo drásticamente la inversión privada, lo que afecta negativamente la transferencia de tecnología y la entrada de fondos. Algunos países, como México y Brasil, tuvieron que reincorporar ciertos sectores para permitir la entrada de las empresas privadas y debido a estos factores negativos. Otra situación problemática es que los países se vuelven excesivamente dependientes de los ingresos petroleros para financiar todos sus presupuestos. Esto puede resultar en una severa crisis económica cuando el precio del petróleo se desploma, especialmente en países en desarrollo donde no existen otras industrias importantes.

Conclusiones

La mayoría de las industrias petroleras nacionalizadas aún disfrutan de un éxito económico relativo, incluso con una eficiencia mínima. Esto se puede ilustrar mediante varios factores estructurales, geopolíticos y de mercado. De estos, los más importantes son:

Controlan enormes reservas con bajos costos de extracción (de tan solo 3 a 5 dólares por barril) ubicadas en lugares geológicos de bajo costo, como en Oriente Medio, Venezuela y Rusia. Operan como monopolios legales con derechos exclusivos para explorar, producir y vender petróleo en sus países de origen, eliminando así la competencia interna. Generan enormes ingresos extraordinarios durante los auges de precios, con precios del petróleo de entre 70 y 100 dólares por barril, lo que compensa sus numerosas ineficiencias internas. Tienen acceso directo a apoyos gubernamentales, como subsidios, exenciones fiscales y financiación estatal para la infraestructura. Empresas extranjeras como ExxonMobil, Shell y BP aún necesitan empresas conjuntas y asociaciones técnicas con estos países ricos en petróleo, a pesar de sus ineficiencias. Un factor importante basado en el mercado es el aumento significativo y continuo de la demanda de petróleo y gas en países en rápido desarrollo como India, China y algunos países africanos, impulsado por su crecimiento económico, industrialización y el creciente consumo de la clase media. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, incluso con estas ventajas, el éxito a largo plazo puede verse gravemente afectado por la corrupción, la falta de inversión, la pérdida de talento, la disminución de la productividad por el trabajador o por el pozo y la excesiva dependencia de los ingresos petroleros. Estos factores hacen que las economías de las industrias petroleras nacionalizadas sean vulnerables a las fluctuaciones de precios. No todas estas empresas son iguales y un ejemplo es Saudi Aramco que es altamente eficiente y rentable, mientras que PDVSA sufrió un colapso casi total debido a una grave interferencia política y mala gestión.

Fuente: Petroleum