YPF, la petrolera de mayoría estatal, comenzó a delinear un nuevo horizonte estratégico que podría transformar su matriz de negocios. El presidente de la compañía, Horacio Marín, anticipó que se estudia la creación de “YPF Nuclear”, una subsidiaria destinada a ingresar en el sector de la minería de uranio y la generación de energía atómica. La iniciativa se inscribe en una visión de largo plazo que proyecta consolidarse a partir de 2030,
una vez que los desarrollos de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta alcancen su madurez.

Durante su participación en el evento “Energía Chubut 2050: Tierra de futuro”, celebrado en junio, Marín describió el enfoque estratégico que impulsa YPF. Según detalló, el crecimiento del sector energético requiere de un “círculo virtuoso” que integre distintos segmentos productivos: primero el petróleo, luego el gas, más adelante la minería de litio y finalmente el desarrollo nuclear. Para el presidente de YPF, esta articulación permitirá sostener en el tiempo las inversiones y abrir nuevas oportunidades industriales.

En esa línea, Marín destacó que la compañía ya mantiene conversaciones con el gobierno de Chubut y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) con el objetivo de explorar la explotación de yacimientos de uranio, entre ellos Cerro Solo, considerado el más importante del país. El directivo también subrayó que YPF buscará aportar capacidad de gestión y “licencia social” para desarrollar proyectos con altos estándares de eficiencia y aceptación comunitaria. La estrategia de la petrolera contempla la posibilidad de establecer un polo de desarrollo nuclear en Chubut, cerca de las minas de uranio, que combine la extracción del mineral con la generación de energía. En ese esquema, la eventual puesta en marcha de reactores nucleares modulares, de menor escala que las centrales tradicionales, podría ser un factor determinante para consolidar inversiones y exportaciones.

En una entrevista radial reciente, Marín ratificó el interés de avanzar en la creación de YPF Nuclear. “Estamos viendo la posibilidad de hacer una empresa específica. Es una idea, pero siempre hay que poner metas altas y después ver hasta dónde llegamos”, afirmó, en alusión al potencial de articular un plan conjunto con Nucleoeléctrica Argentina, la compañía estatal que opera las centrales nucleares del país. El presidente de Nucleoeléctrica, Demian Reidel, presentó en abril el denominado Plan Nuclear Argentino, un ambicioso programa que pretende reposicionar la energía atómica como un pilar de la matriz energética nacional. Entre sus ejes centrales, se destaca la construcción de nuevos reactores modulares de 300 MW con diseño nacional, que se emplazarán en el complejo de Atucha, provincia de Buenos Aires.

Reidel explicó que el plan se desplegará en tres fases. La primera consiste en desarrollar el reactor modular SRM y construir una planta con cuatro unidades. La segunda, denominada “modelo Gillette”, propone exportar estos reactores junto con contratos de suministro de uranio argentino, un mineral que cuenta con reservas significativas pero que hoy se encuentra subexplotado. Finalmente, la tercera fase apunta a consolidar inversiones extranjeras y posicionar al país como proveedor confiable de energía para industrias de alta demanda, como los centros de datos.

En este contexto, la provincia de Chubut ha reclamado a la CNEA la devolución de concesiones mineras sobre los yacimientos de uranio de su territorio, incluido Cerro Solo. De acuerdo con información de Econojournal, este yacimiento posee recursos razonablemente asegurados por 4.420 toneladas de uranio, suficiente para cubrir sobradamente la demanda anual de las centrales nucleares argentinas y permitir exportar excedentes. La visión de YPF, según su presidente, es anticiparse a los desafíos energéticos que impondrá la expansión de tecnologías como la inteligencia artificial, que podrían duplicar el consumo eléctrico en la próxima década. “Es muy importante que estemos preparados para 2030”, afirmó Marín, aludiendo al impacto que el salto tecnológico tendrá sobre la demanda energética.

La articulación entre YPF y Nucleoeléctrica Argentina buscará así consolidar un nuevo frente productivo que sume valor agregado a la cadena energética. Según Marín, la empresa estatal no actuará de manera aislada, sino que convocará a expertos y empresas privadas que aporten conocimiento específico en minería y tecnología nuclear. Por su parte, Reidel remarcó que el país debe adoptar un enfoque renovado para atraer inversiones y consolidar la cadena de valor local, con la mira puesta en mercados internacionales. Entre los principales destinos potenciales para las exportaciones nucleares figura Estados Unidos, un país con alta demanda de insumos energéticos estratégicos.

La eventual creación de YPF Nuclear marcaría un paso inédito en la diversificación de la petrolera. Si el proyecto prospera, la compañía que nació hace un siglo como emblema del petróleo argentino podría sumar, en los próximos años, la producción de uranio y la participación directa en el negocio nuclear, consolidando un nuevo capítulo en su historia empresarial.

Fuente: Infoenergía