Donald A. Goddard Consideraciones Históricas
La industria petrolera es global y puede caracterizarse por: 1) Ser muy competitiva, 2) Ser extremadamente costosa, 3) Ser increíblemente lucrativa cuando se gestiona correctamente, 4) Ser extremadamente técnica y 5) Ser económicamente riesgosa, especialmente para quienes no son expertos en tecnología. Las grandes compañías petroleras, con amplios recursos y vasta experiencia técnica, suelen tener éxito la mayor parte del tiempo. Los pequeños operadores, que a menudo carecen de suficiente flujo de caja para la perforación de pozos “infill” y las actividades de reacondicionamiento, suelen tener dificultades para aumentar la producción de sus reservas recuperables restantes.
Las Compañías Petroleras Nacionales (CNP), principalmente de países en desarrollo, responsables de la gestión de sus programas de exploración y producción (E&P), suelen tener dificultades financieras frecuentemente. Un par de razones son la corrupción interna generalizada y las políticas erróneas que llevan a los gobiernos a depender de su principal fuente de ingresos, el petróleo, para su sustento- lo que tiende a agotar los presupuestos financieros que las CNP necesitan para mantener sus actividades de E&P a un nivel económico saludable. En cuanto a Venezuela, país con quizás las mayores reservas de hidrocarburos del mundo, comenzó a producir petróleo económicamente desde principios del siglo XX con la perforación del pozo Zumaque-1 en el campo petrolífero de Mene Grande, estado Zulia, en 1914.
Para comprender cómo y porqué su industria petrolera dominó y supero a la tradicional industria agrícola, este artículo se permite dividir el escenario político del país, desde 1908 hasta la actualidad, en tres fases fáciles de entender. La primera, de 1908 a 1958 (50 años), puede denominarse la “Fase De Las Dictaduras Militar”, que comienza con el general Juan Vicente Gómez y termina con el general Marcos Pérez Jiménez. La segunda fase se denomina “Fase de Gobiernos Socialistas” de 1958 a 1998 (40 años) que incluyó al presidente electo democráticamente , Rómulo Betancourt en 1960 y terminó con Rafael Caldera en 1998. La tercera fase, nombrada en este artículo, es la “Fase de Extrema Izquierda – Comunista”, desde 1999 con la elección de Hugo Chávez Frías y hasta el presente (26 años) con el dictador comunista, Nicolás Maduro, actualmente en el poder.
La Primera Fase (50 años)
La primera fase, desde 1908 hasta 1958, denominada la “Fase de las Dictaduras Militares”, implicó una exitosa y duradera industria petrolera para el país. Pudo sobrevivir dos guerras mundiales y los dictadores comprendieron la importancia del petróleo para los esfuerzos bélicos de los países aliados. Se otorgaron concesiones a empresas petroleras privadas internacionales, con experiencia en el sector petrolero para la producción económica de petróleo y gas. Esta fase resultó en una bonanza económica para el país y en 1958, la producción petrolera alcanzó los 3.1 millones de barriles diarios (MMBLS), convirtiendo a Venezuela en el mayor exportador de petróleo del mundo. El último dictador militar, Marcos Pérez Jiménez, perdió popularidad y fue derrocado con la ayuda de Estados Unidos, con la cual la industria paso a la segunda fase.
La Segunda Fase (40 años)
Esta “Fase de Gobiernos Socialistas” (1958-1998) heredó una economía exitosa y luego con elecciones libres y un sistema social-demócrata, continuó mejorando la industria petrolera. En ocasiones, la fluctuación de los precios internacionales del petróleo afectó negativamente las finanzas del país y los políticos cayeron en una corrupción generalizada. A pesar de estos factores negativos, esta segunda fase puede considerarse bastante exitosa, con una producción petrolera que alcanzó un máximo de 3.4 MMBLS diarios. Dos acontecimientos significativos caracterizan la importancia de esta fase para Venezuela. Uno de ellos fue la fundación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) en 1960, de la cual Venezuela fue el “padre fundador”. Esta unión petrolera incluía a otros cuatro paises petroleros del Oriente Medio: Irán, Irak, Arabia Saudita y Kuwait.
Sus principales objetivos eran: 1) coordinar y unificar las políticas petroleras de sus miembros y 2) asegurar precios justos y estables para este importante producto petrolero. El segundo acontecimiento fue la nacionalización de la industria petrolera y la formación de una empresa petrolera nacional (EPN) en 1975, llamada Petróleos de Venezuela (PDVSA). Durante un tiempo, fue gestionada correctamente como una petrolera privada (“Major Oil Co”) por cuatro filiales más pequeñas, con excelentes profesionales petroleros.
Sin embargo, con el tiempo, las filiales fueron unidos (merger) en un “gran elefante” y la política partidista comenzó a infiltrarse lentamente en la organización, en detrimento de PDVSA. Además, los ciudadanos estaban indignados por 40 años de corrupción galopante, perpetrada por un gobierno socialista tras otro. Por lo tanto, durante las elecciones de 1998, sin percatarse de que Hugo Chávez Frías era un fiel seguidor de la ideología marxista/comunista quien admiraba profundamente a Fidel Castro, lo eligieron presidente. Este fue el final, en 1998, del segundo escenario, denominado en este artículo la “fase de gobiernos socialistas”.
La Tercera Fase (26 años)
La tercera fase, iniciada con Hugo Chávez en 1998, simpatizante del sistema comunista cubano, se denomina aquí “Fase de Extrema Izquierda – Comunista”. Dicha fase es responsable de la notable y abrupta caída de la industria petrolera del país y del colapso de PDVSA. Se caracteriza por una producción de petróleo que llegó a desplomarse hasta cerca de los 350,000 barriles diarios en un momento dado. Las razones de esta catástrofe se describen con más detalle a continuación. Cabe mencionar que numerosos politólogos venezolanos, muchos de los cuales fueron excelentes profesionales del sector petrolero, publican artículos interesantes sobre las diversas actividades políticas actuales del país. Sus objetivos es mantenerse al día y comprender las razones de los numerosos y constantes desastres políticos posteriores a 1998 que han devastado la situación económica y social del país. Sus objetivos son mantener informados a los lectores de sus artículos sobre las numerosas políticas erróneas que, en parte, han sido responsables de la caída financiera sufrido por la industria petrolera.
Factores Internos Negativos
Falta de Personal Técnico Con Experiencia
En 2002-2003, PDVSA experimentó una huelga petrolera de 65 días causada por una confrontación entre los trabajadores de la industria petrolera y el gobierno del presidente Hugo Chávez. Los trabajadores en huelga incluían gerentes, ingenieros, técnicos y otro personal clave de la empresa. La huelga fue convocada porque los empleados estaban disgustados con el creciente control de Chávez sobre la empresa que resultó en tensiones entre sus ejecutivos tecnócratas y el gobierno populista de Chávez. Algunos creen que fue diseñada para derrocar al gobierno de Chávez.
Sin embargo, ocurrió todo lo contrario, lo que resultó en: Una interrupción masiva de la producción de petróleo que la llevó de 3.0 MMBLS por día a aproximadamente 300,000 barriles por día. El despido de unos 18,000 trabajadores (aproximadamente el 45 % de la fuerza laboral), incluidos los mejores ingenieros, gerentes y geocientíficos, todos altamente capacitados. Luego, muchos fueron reemplazados por seguidores políticos que carecían de la mínima experiencia en la industria. Los puestos gerenciales y de ejecutivos de alto nivel fueron ocupados por trabajadores de bajo nivel, políticos chavitas y militares de izquierda sin experiencia y quienes “ni siquiera conocían el color del petróleo”.
Como era de esperar, la empresa ha sufrido una declinación sustancial en capacidad técnica, eficiencia y mantenimiento. Además, los bajos sueldos impuestos a los trabadores petroleros, en comparación con los oficiales militares de bajo nivel, causo una salida masiva de ingenieros, geólogos y ejecutivos. Estos profesionales petroleros de mucha experiencia, se trasladaron principalmente a Colombia, EE.UU., Canadá y países productores de petróleo del Oriente Medio. México aceptó alrededor de unos 5000 profesionales petroleros venezolanos quienes fueron despedidos de PDVSA.
Falta de Mantenimiento de la Infraestructura
La falta de mantenimiento de la infraestructura ha sido una de las acciones más devastadoras y a largo plazo contra la industria petrolera porque paralizó gravemente su capacidad de producir, refinar y exportar petróleo de manera efectiva. En resumen, una disminución tan catastrófica en el mantenimiento ha resultado en lo siguiente: Causó una enorme disminución en la capacidad de producción de petróleo. Un colapso en el sistema de refinación de Venezuela que incluye Amuay, Cardón y El Palito, que han experimentado explosiones, incendios y apagones y lo peor de todo una escasez crónica de combustible doméstico. Las fugas, derrames y corrosión de oleoductos han aumentado y no se reparan después de meses de desastres ambientales, especialmente en el Lago de Maracaibo. Terminales de carga como Jose y Puerto La Cruz sufren paradas frecuentes que conducen a una severa reducción en las exportaciones. Declinación Del Sistema Financiero
La declinación financiera de PDVSA desde el 2000 ha arruinado la economía del país y la ha convertido de un importante gigante energético internacional en una empresa con bajo rendimiento.
Las principales consecuencias de este deterioro financiero son:
De 3.4 millones de barriles diarios (MMBLS) en 1998, la producción de petróleo disminuyó a 350,000 barriles diarios (BPD) en el 2020. No hay fondos suficientes para el mantenimiento, la exploración, optimización y modernización de la producción. Los equipos e instalaciones de refinería, las plataformas de perforación terrestres y marinas, los terminales petroleros y los oleoductos se han deteriorado gravemente. Corrupción Extrema Interna
Miles de millones de dólares se han perdido por corrupción, malversación de fondos y proyectos falsos e inexistentes. Transparencia Internacional y otras fuentes clasifican a PDVSA como una de las empresas estatales más corruptas del planeta. Un presidente de PDVSA, sin duda el mayor ladrón después de 1998, fue Rafael Ramírez, quien dirigió la compañía durante 10 años, desde el 2004 al 2014. También fue nombrado Ministro de Energía de Venezuela. Aprovechó al máximo estos puestos ideales para cometer robos extremos y, según una investigación del Congreso y múltiples auditorías, con su ayuda, desaparecieron 11,000 millones de dólares de PDVSA.
Algunos de los casos de corrupción más notables incluyen:
Un robo que implicó una malversación de fondos de 4,200 millones de dólares por parte de un grupo de viceministros y altos funcionarios en colaboración con contratistas chinos. Cobraron sobornos cuantiosos y enviaron el dinero a través de empresas fantasmas y cuentas en el extranjero, incluyendo Banca Privada d’Andorra. Sus robos financiaron estilos de vida lujosos y la compra de propiedades inmobiliarias en Europa y Estados Unidos. Malversación de fondos por valor de 2,000 millones de dólares (2007-2012) por una red de más de 30 funcionarios, que gastaron en helicópteros, coches de lujo, aviones privados, alcohol y ropa de diseño. Sobornos por valor de 550 millones de dólares recibidos por un ex abogado de PDVSA entre 2012 y 2017. Un escándalo de corrupción más reciente llamado “El Esquema -Cripto de PDVSA ” que aparentemente le costó a la empresa más de 21 mil millones de dólares entre 2015 y 2020. Pésima Administración
Después de 1998, la empresa se vio afectada por una mala gestión extrema que la transformó de una de las principales empresas petroleras del mundo en una organización disfuncional, políticamente controlada y financieramente quebrada. Esta mala gestión incluye decisiones de liderazgo erróneas, interferencia política, malas inversiones, pérdida de capacidad técnica y corrupción sistémica.
Algunos ejemplos de mala gestión son los siguientes:
La alta gerencia estaba politizada y la lealtad política y esto se enfatizó sobre la experiencia técnica. La empresa se involucró en la financiación de programas sociales (alimentación, vivienda, educación) y a presupuestos externos ajenos, perdiendo así su independencia y enfoque en la reinversión. Proyectos como las plantas de mejoramiento de la Faja de Petróleo Pesado del Orinoco se retrasaron, abandonaron o fueron mal gestionadas. Las empresas conjuntas con compañías internacionales se deterioraron porque PDVSA no pudo cumplir con las obligaciones de inversión. La expropiación de empresas conjuntas y las políticas gubernamentales agresivas expulsaron a empresas como Exxon/Mobil y Conoco/Phillips , lo que resultó en una pérdida de experiencia técnica e inversión extranjera. En resumen, esta catastrófica mala gestión dentro de PDVSA se considera una de las principales causas del colapso económico de Venezuela. El antiguo símbolo de orgullo nacional y fortaleza económica, ahora lucha por satisfacer la demanda interna, pagar sus deudas o mantener sus activos, lo cual refleja las características de 26 años de fracaso sistemático.
Factores Externos Negativos Caída Del Precio Del Petróleo
Después de 1998, las fluctuaciones drásticas del precio del petróleo afectaron gravemente a PDVSA y a la economía venezolana en general. Su industria petrolera es la principal fuente de ingresos del país y está gestionada por una empresa estatal. Por lo tanto, ha estado muy expuesta a la volatilidad de los mercados petroleros mundiales. Ejemplos desastrosos de caídas del precio del petróleo en los últimos 26 años y su impacto en PDVSA son los siguientes:
La caída del precio del petróleo a 10 dólares por barril entre 1998 y 1999 debido al exceso de oferta y la débil demanda mundial, provocó una fuerte caída de las ganancias que redujo su capacidad de inversión. La crisis financiera mundial de 2008-2009 provocó que el precio del petróleo cayera de unos 145 dólares por barril a menos de 40 dólares en cuestión de meses, lo que puso de manifiesto la excesiva dependencia de la empresa a los altos precios del petróleo y debilitó así su capacidad de pagar a proveedores y contratistas, y de mantener la infraestructura. El precio del petróleo se desplomó entre 2014 y 2016, de unos 110 dólares a más o menos 30 dólares por barril, debido al auge de los hidrocarburos de las lutitas no convencionales en EE.UU, las disputas en la OPEP y la débil demanda. Desastre del COVID 2020 donde el precio del petróleo se volvió negativo brevemente en los mercados estadounidenses (Abril del 2020) y el crudo venezolano se negociaba a menos de 5 dólares por barril. Más recientemente, combinando las sanciones de Estados Unidos y años de mala gestión, la producción de PDVSA se desplomó a unos 350,000 barriles por día. Es decir, llego al nivel más bajo de la historia moderna. Pérdida de Cuota de Mercado
Las sanciones estadounidenses, que comenzaron entre 2017 y 2019, afectaron directamente a PDVSA, congelando cuentas, bloqueando las ventas de crudo y deteniendo las asociaciones. Esto impidió que la compañía vendiera crudo legalmente, adquiriera diluyentes y equipos, y accediera a su parte de las ganancias de su filial, CITGO. No cuenta con fondos suficientes para pagar los bonos que le prestaron. Ha sido excluida de los mercados internacionales de capital y debe miles de millones de dólares a acreedores, como China, Rosneft de Rusia y otros que venden bonos. Además, enfrenta acciones legales por activos confiscados en el extranjero, como los de CITGO en EE. UU.
Falta de Inversionistas Extranjeros
La falta de inversionistas para la industria petrolera venezolana es actualmente extremadamente grave y sigue siendo uno de los principales obstáculos para una recuperación significativa del sector petrolero nacional. A pesar de poseer las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, la industria petrolera venezolana ha carecido de capital, tecnología y personal calificado durante unos 20 años. Esta grave situación es responsable del deterioro crítico de refinerías, mejoradores (upgraders), oleoductos y pozos petroleros.
Expertos de la industria estiman que se necesitan decenas de miles de millones de dólares de inversión extranjera tan solo para restaurar la capacidad de producción por encima de los 2 millones de barriles diarios de petróleo (MMBS), modernizar las instalaciones obsoletas y mejorar el cumplimiento de las normas de salud, seguridad y medio ambiente en la industria petrolera.
Un problema crítico es que, sin inversión extranjera, la producción no puede crecer significativamente, especialmente en la región de crudo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco, que requiere diluyentes, mejoradores (upgraders) y otros equipos especializados. En resumen, las sanciones a PDVSA tienen los siguientes efectos negativos:
Limitan severamente la capacidad de inversión de las empresas occidentales. La disposición de las instituciones financieras a procesar pagos. Podrían generar un alto riesgo soberano para los inversionistas, inestabilidad contractual y riesgo de pérdidas en arbitrajes. Incluso, si los fondos necesarios estuviesen disponibles mañana, la ejecución de proyectos complejos requeriría contratistas internacionales, capacitación de personal, plazos largos y enfrentaría cuotas de producción de la OPEP que limitarán el rápido aumento de la producción de petróleo.
El Futuro
Muchos expertos y economistas petroleros, utilizando software sofisticado, intentan predecir el futuro de la industria petrolera venezolana e internacional. A pesar de esta tecnología, sus intentos de predecir el futuro de un negocio tan complejo y con tantas variables, a veces son correctos, pero principalmente cuando se trata del corto plazo.
Este autor no está en condiciones de intentar predecir el futuro, ni establecer plazos para el colapso total de la industria petrolera venezolana. Sin embargo, se han reportado numerosos ejemplos de cuando industrias importantes sufren de una gestión deficiente que incluye una corrupción exagerada, como en el caso de la actual “PDVSA Chavista Venezolana”, estas colapsan por su propio peso y rápidamente. En resumen, el futuro cercano sigue siendo bastante sombrío.
Fuente: Petroleum